En la esperada guerra de carteles luego de la pelea entre Diego Armando Maradona y Juan Román Riquelme, los mensajes no dejaron duda de la idolatría del técnico de la Selección, esta vez "sufrida" por el ídolo xeneize, que no contó con el apoyo del público en el estadio Monumental (en Boca le había ganado la pulseada al Diez).
"Román, el Mundial lo ves en casa", decía una. Otra, imperativa, rezaba: "Riquelme, a Dios no se lo discute, gracias por irte". Otra, toda gratitud: "Gracias, Don Diego y Doña Tota, por crear a Dios". Y otra, que jugó con una frase del propio Maradona, pero referida a Mascherano: "Maradona y once más".
Maradona hizo sus propios carteles, pero con leyendas en los vestuarios para que fueran leídos por sus dirigidos al llegar. "Con todo lo que pasa en el país, la única alegría son ustedes", decía uno. Otro los convocaba a una producción que enamorara a la multitud: "Vamos a ganarnos a la gente con futbol".
Unos 150 hinchas venezolanos que se apostaron temprano en el Monumental también participaron en la polémica Maradona-Riquelme. Como para poner el dedo en la llaga empezaron a corear el apellido del número 10 de Boca. Primero, le respondieron los silbidos, y después un canto atronador: "Que de la mano, de Maradona, todos la vuelta vamos a dar".