Beijing no es sólo Juegos Olímpicos. El tango también hace estragos en la capital China, donde al menos dos noches por semana varios amantes de la poesía arrabalera se reúnen a bailar ese ritmo tan argentino.
Europeos, asiáticos y hasta latinoamericanos mezclados con argentinos se juntan a danzar los jueves y viernes en dos milongas que hay en Beijing. Así, por ejemplo, Tania cuenta que empezó a bailar tango hace tres años, y que esta actividad se transformó para ella en una “obsesión”. Tania nunca viajó a la Argentina, y conoció este baile tan porteño en la mismísima China donde reside actualmente. “Cuando vuelva a Berlín me uniré a la escena tanguera”, asegura la mujer.
Michel, por caso, es un abogado alemán que organiza una de las milongas que hay en Beijing. Hace tres años, según cuenta, cuando la movida tanguera todavía no estaba en auge en el país chino, empezó a organizar milongas en su departamento. Hasta que logró trasladarla a un bar ubicado en el distrito diplomático de la capital china.
Los viernes, otra milonga hace enloquecer a sus entusiastas. Su dueña y profesora es, precisamente, una argentina. Se llama Laura, y asegura que a los chinos les encanta bailar tango y que tienen “una aptitud física muy grande”. Son “muy dúctiles por naturaleza”, dice Laura.
Margarita, por caso, es china y confiesa que luego de conocer este baile bien porteño decidió visitar la Argentina, donde estuvo tres meses. “Estuve estudiando tango un mes y medio en Buenos Aires y el resto del tiempo estuve viajando por el noroeste argentino”, cuenta. Y agrega que tanto sus clases como el norte del país la sedujeron muchísimo.
Otra beijinesa que está dando sus primeros pasos en el tango dice que ya está cautivada con el llanto del bandoneón. Es que está pasión tanguera se vive de la misma forma en todos lados: o aquí, o en la China.
(*) Especial para Perfil.com