El jugador argentino del West Ham United, Javier Mascherano, todavía no sale de su asombro por el mordiscón en el brazo que el domingo pasado recibió en un partido de la liga inglesa de fútbol. Atónito por el salvajismo, el centrocampista aseguró: “Fue lo peor que me ha sucedido desde que llegué a Inglaterra"
El otro protagonista de la agresión fue Jermain Defoe, que mordió violentamente al argentino en el partido que jugó el West Ham frente al Tottenham el domingo pasado. Defoe clavó sus dientes en el brazo de Mascherano tras una dura falta del argentino, por lo que el árbitro sancionó a ambos con tarjetas amarillas.
"Las cosas no me están saliendo bien, pero esto fue algo inesperado y escandaloso", aseguró el ex jugador del Corinthians brasileño según medios británicos. "Lo más extraño es que el árbitro no lo expulsara. Estaba junto a mí y aún así no sacó la tarjeta roja", agregó.
Según señala hoy el diario The Sun, el West Ham confirmó que el jugador atacado no presenta marcas del mordisco.
Por su parte, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) rechazó ayer por la noche actuar de oficio contra Defoe amparada en las reglas de FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) de no aplicar castigos retrospectivos a un jugador que ya ha sido sancionado por el árbitro.
Sin embargo, el diario The Times señala que el incidente no está mencionado en el acta del árbitro. Así, la FA podría haber actuado de oficio y sancionar a Defoe. Según el rotativo, el árbitro mostró tarjeta amarilla por "comportamiento" violento, pero sin mencionar el mordisco.
Para Defoe, el episodio del mordisco se exageró: "El incidente no tiene buen aspecto en televisión y acepto que como modelo para los niños tengo la responsabilidad de comportarme de manera correcta, como siempre traté de hacerlo sobre la cancha".
Fuente: DPA