“Si Leo quiere hacer la recuperación en Afganistán, pues la hará en Afganistán. Es Messi y el Barcelona lo sabe, por eso es consciente de lo importante que será contar con él en su plenitud.” La voz desde el otro lado del teléfono corta por lo sano las dudas que dejó la venida del mejor del mundo a Argentina para recuperarse de una nueva lesión que dinamitó su confianza y encendió las alarmas de Martino y Sabella. Mucho hermetismo en un predio de la AFA que lo acogió mejor que nunca y que le sirvió para encarar quizás los seis meses más importantes de su carrera de cara al Mundial. ¿Cómo está Lionel Messi desde que llegó al país? ¿Qué hace para recuperarse? ¿Por qué no está más con él el fisioterapeuta Juanjo Brau?
Tras la lesión ante el Betis (el 17 de noviembre) el panorama se puso negro de repente para un Messi que vivió en este 2013 más lesiones que en toda su carrera. Ahora fue una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda. En su cabeza sólo está recuperarse, con dieta especial incluida, por eso no irá a la despedida de su amigo Gabriel Milito (26 de diciembre), ni a la cena benéfica que realizará Newell’s mañana para las inferiores del club: en su representación mandará a un familiar.
Luego de cumplirse la primera de las cuatro semanas de entrenamientos en el predio de Ezeiza, la noticia que sale desde la AFA es que la lesión está totalmente cicatrizada.
La rutina es bien clara de lunes a viernes para Leo. Llega al predio a las 7.30 para tomar unos mates con los utileros, cambiarse y empezar las sesiones de kinesiología y fisiología, para realizar a la tarde trabajos con pelota.
El viernes, el sorteo del Mundial lo vio en el búnker de Ezeiza. Y ayer opinó: “Estoy feliz de conocer los rivales. Por más que se hable, no hay equipos fáciles y todos los grupos son complicados”, dijo a través de la red social Weibo.
Los que acompañan al rosarino en el día a día son los médicos de la Selección, Luis García y Daniel Martínez, quienes junto al preparador físico Pablo Blanco guían a un Messi de muy buen humor. Las razones de por qué no lo acompaña más el fisioterapeuta Juanjo Brau son claras: a Brau lo ascienden a coordinador antes del partido con el Sevilla, aunque el club no lo comunicó. Eso hace que pase a tener más responsabilidades y deje de estar en el día a día con Leo. Sin embargo, nadie discute que la relación entre ellos se enfrió porque hoy ya no es fácil manejar los ánimos del crack. El Barcelona mandará esta semana al Dr. Ricard Pruna para evaluar su estado y a Elvio Paolorroso, preparador físico, quien se quedará con la Pulga hasta los primeros días del año, cuando regresen a España. La idea es que pueda jugar unos minutos ante el Elche, el 5 de enero, y llegar bien ante el Atlético Madrid, una semana más tarde.
Las lesiones y el problema que tuvo que afrontar con la Hacienda de España dinamitaron la confianza del argentino, quien está cada vez más cerrado en su mundo. Pocas personas pueden lograr que el astro los escuche. Del Barcelona, casi ninguna, con excepción de Gerardo Martino, con quien se juntará en las fiestas cuando el entrenador viaje hacia la Argentina. El club, incluso, tuvo que salir a decir que era un disparate la versión que decía que Adidas se lo quería llevar a un equipo Adidas. Toda la expectativa de los medios catalanes está en el encuentro con el Tata, con la esperanza que el DT pueda encontrar un buen diálogo con su jugador estrella.
Un Messi que en su retorno a España ya tiene previsto hablar con los dirigentes para que le mejoren el contrato. Un Leo que cada día muestra más carácter.