La comparación es tentadora. Porque las fechas cierran: Diego brilló en México cuando tenía 25 años, y ahora, a la misma edad, Messi muestra su mejor versión con la camiseta de la Selección. Tal vez sea porque alcanzaron la madurez futbolística, o por cuestiones físicas, en una de esas habría que pensar en un destino paralelo, quién sabe, lo cierto es que el regocijo de ver hoy a Leo con la celeste y blanca trae adjuntas las mejores postales del estadio Azteca. Y como si la pelota no fuera suficiente, como si al cruce le faltara un condimento personal, acá va una perlita: Maradona fue padre de Diego, su primer hijo, un mes antes de cumplir los 26, y Messi, con 25, está esperando a Thiago, que nacerá en noviembre.