La historia hace un loop. Va y viene. Y en ese movimiento pendular, otra vez es Perú el que está parado frente a la selección argentina. Como en 1969, 1978, 1985 o 2009. El resultado del partido contra los peruanos determinará, como en todos esos años, el llanto o el desahogo colectivo. Será el jueves, en una Bombonera llena, cuando el equipo de Jorge Sampaoli salga a la cancha para repetir la historia. Como tragedia o como farsa.
Varios de los jugadores más recordados de la Selección estuvieron en el lugar en el que dentro de pocos días estarán Lionel Messi y compañía. Silvio Marzolini, aquel lateral legendario, es uno de ellos. Estuvo en una situación casi idéntica a la del próximo jueves: fue el 31 de agosto de 1969, contra Perú en la Bombonera, en un partido decisivo para clasificar al Mundial de México de 1970. Aquella vez, el empate 2 a 2 no alcanzó y quedó afuera por última vez. Después de eso, Argentina siempre participó en los mundiales. “Todavía hoy cuando miro alguna foto o leo algo sobre ese partido me pongo triste. Fue el peor momento de mi carrera”, le dice a PERFIL Marzolini. Y encuentra una explicación en algo de lo que se habló y escribió mucho, sobre todo luego de la igualdad ante Venezuela en el Monumental, a principios de este mes. “La presión y los nervios nos jugaron en contra y no pudimos lograr el objetivo. Fue un golpe muy duro para todos porque Argentina tenía un equipazo. Te lo puedo decir de memoria: Cejas, Gallo, Perfumo, Abrecht, yo, Rulli, Pachamé, Marcos, Brindisi, Yazalde y Tarabini. Unas bestias”.
Ubaldo Fillol jugó contra Perú dos partidos inolvidables. Uno por lo sufrido, y el otro por lo polémico. Los dos, en definitiva, significaron la antesala de los dos campeonatos del mundo que ganó la Selección. Y aunque el Pato fue uno de los emblemas del campeonato del 78, también estuvo el 30 de junio de 1985, cuando un gol agónico de Ricardo Gareca permitió que el equipo de Carlos Salvador Bilardo accediera al Mundial de México, donde más tarde se consagró Diego Armando Maradona. “Ojalá que aparezca el juego colectivo y agresivo que quiere Sampaoli y que tenía el equipo del 86 que, además de talento, tenía mucha garra, huevo y corazón”, remarca Fillol, que luego perdió su puesto contra Nery Pumpido.
Como Fillol, Daniel Bertoni estuvo la noche de Rosario en la que la Selección goleó 6-0 a Perú. El partido que, cuarenta años después, sigue generando mitos. Algunos verosímiles; otros no tanto. “Lo que más recuerdo es la actitud y las ganas del equipo –comenta Bertoni–. Eso es lo que tiene que hacer esta vez Argentina en La Boca: decir acá estoy y nos van a respetar. Porque el nuestro era un equipazo, pero éste también”.
Bertoni, que hizo un gol en la final contra Holanda en el 78, hoy se preocupa por lo que hará Sampaoli. “Hay que ver el sistema que pone, es la única duda que tengo y lo que más me preocupa. Hay que ver cómo para tácticamente al equipo y cómo les transmite la seguridad a los jugadores para que salgan a comerse la cancha y dejar todo por la gente que va a reventar la Bombonera”, dice. Fillol agrega: “A esta Selección le sobra equipo para estar en Rusia. Aunque no estamos en una posición holgada y que los rivales también juegan, estoy totalmente convencido de que vamos a ganar los dos partidos que nos quedan”.
Para encontrar el último recuerdo contra Perú en un escenario similar hay que remontarse a 2009, cuando el equipo que dirigía Maradona encontró, casi de casualidad, la pierna de Martín Palermo para clasificar a Sudáfrica 2010. El diluvio de aquella noche sirvió para darle un marco épico a la victoria. Y para que el desahogo tuviera un final de ciencia ficción.
