Que Racing juegue la Promoción le hace bien al fútbol

Luego de una pésima temporada, Racing finalmente jugará la Promoción frente a Belgrano de Córdoba para poder quedarse en Primera División. Una situación amarga para los hinchas del club de Avellaneda, pero que le hace bien al fútbol, un deporte manchado por las irregularidades que suelen beneficiar a los clubes más poderosos.

Siempre se dijo que los grandes del fútbol argentino (Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo) son favorecidos de distintas maneras. Pese a que muchas veces estas apreciaciones resultan evidentes y le hacen mal al deporte más popular del país, que uno de estos cinco equipos tenga que vivir una situación futbolística como la que está atravesando la Academia ayuda a darle (sólo) un poco de credibilidad a este juego.

En el campeonato Metropolitano de 1983, River hizo la peor campaña de su historia y la lógica indicaba, según el sistema de descensos que se venía utilizando, que jugará en la segunda categoría del fútbol argentino. Pero ese mismo año, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) instauró los promedios que aún hoy se siguen utilizando y los millonarios se salvaron.

Es la primera vez desde que se implementaron los promedios que un club de los denominados “grandes” juega la Promoción. Un hecho inédito para el fútbol argentino de Primera División.

Mucho se dijo también sobre los últimos campeonatos conseguidos por Independiente (Apertura 2002) y Racing (Apertura 2001). Ambos no estaban viviendo una buena situación futbolística (y dirigencial) y se hablaba más de evitar una Promoción o un descenso que luchar por obtener el campeonato. Sin embargo, lograron los títulos y la idea de bajar de categoría quedó ampliamente desechada.

Andrés Ducatenzeiler, quien era el presidente del Rojo durante la obtención del campeonato, hizo declaraciones explosivas que aumentaron las sospechas. "Fue muy costoso ese campeonato. El día que no sea el presidente de Independiente les voy a contar a todos cómo se logró ese campeonato, hoy desde esta posición no lo puedo hacer. Diré cómo se ganó ese campeonato y cómo el equipo no se fue al descenso", prometió entonces. A los pocos días, se rectificó.

Racing, quien descendió en 1983, está atravesando el peor momento de su historia. La debacle institucional, con una quiebra y dos gerenciamientos incluidos (Fernando Marín y Fernando De Tomasso), aparece como el gran problema de la Academia. A tal punto que  debió intervenir el ex presidente Néstor Kirchner para ayudar al club de sus amores.

Un mes atrás, el gobernador Daniel Scioli, por expreso pedido del titular del Partido Justicialista, desplazó al interventor Nicolás Dilemia, y en su reemplazo designó a Héctor García Cuerva. Una medida como esta se veía venir, más si se tiene en cuenta el fanatismo por Racing del ex mandatario.

El ambiente futbolístico daba por sentado que una persona con el poder de Kirchner usaría todas sus influencias para revertir lo inevitable. Pero, para el bien de este deporte, todo quedó en simples conjeturas.

Este sistema de promedios injusto hace que dos equipos desciendan en forma directa y otros dos deban jugar una Promoción. Año tras año, alguien lo tiene que sufrir. Esta vez les toca a los hinchas de la Academia, pero el menos queda el consuelo -aunque sea muy poco- de creer que el fútbol argentino no está tan manchado.

(*) redactor de Perfil.com