La contundencia de la dirigencia de Racing como la de la hinchada blanquiceleste se hicieron sentir en Independiente, que necesita pasar una temporada fuera de casa por la remodelación que realizará en su estadio, por lo que le había pedido "asilo" a su vecino de Avellaneda. “De ninguna manera vamos a alquilarle nuestro estadio a Independiente” aseveró Fernando de Tomaso, gerenciador de Racing.
Lo que Independiente necesita, en miras a las obras que se comenzaran al finalizar el Torneo Apertura, es alquilar un espacio para utilizar sus instalaciones hasta fines de 2007. Julio Comparada se había reunido ya con De Tomaso para llegar a un acuerdo y todo había quedado en una confirmación de palabra. El arreglo incluía alrededor de 25.000 pesos por partido, más un incentivo de superarse las 20.000 localidades.
Sin embargo, según un artículo del diario deportivo Olé, las presiones sobre Racing por no querer compartir su espacio con su archirival comenzaron hace dos meses. Los más contundentes fueron los socios autoconvocados de Racing Club Asociación Civil (SARCAC) que, mediante una votación antes del encuentro con argentinos, marcaron su postura: el 95% de los votantes dijo no a recibir al vecino en casa.
Las explicaciones de Racing para negarle la entrada a su casa a los vecinos oscilan entre la pasión y la economía. Según se enumera desde Blanquiceleste, son tres las razones de la negativa: “En primer lugar, porque tenemos varios conciertos y eventos acordados para el año que viene. Después, porque vamos a encarar algunas reformas que fueron sugeridas por los simpatizantes. Y porque no queremos, como hinchas de Racing, tener al vecino en nuestra casa".
Parece que a Racing se le va a complicar para mantener el no. El Coprosede va a emitir una orden para exigir que Independiente pueda entrar al club de De Tomaso. El argumento: "Es insensato tener que trasladar a tanta gente por todo el conurbano teniendo una cancha a 300 metros". Con pocas pulgas, Racing ya afirmó que va a apelar la decisión.