El mundo River está convulsionado: luego del caso de doping de Lucas Martínez Quarta que se conoció ayer, hoy por la tarde la lista se extendió a Camilo Mayada y Sebastián Driussi. Durante toda la tarde se especuló con que la lista podría extenderse, aunque la Conmebol sólo confirmó a esos tres futbolistas.
Los casos positivos se registraron en partidos disputados en la Copa Libertadores y en las muestras de todos los futbolistas habrían encontrado hidroclorotiazida, un diurético que tiene la función principal de ocultar o tapar la presencia de otras drogas prohibidas.
"La hidroclorotiazida, al igual que la furosemida, son diuréticos que no le brindan ningún tipo de beneficio al deportista que lo ingiere y es considerada doping porque sirve para esconder o eliminar alguna sustancia prohibida que haya ingerido previamente", explica el deportólogo Ricardo Omar Bermúdez (Matrícula Nº 112.237), antes de referirse a los peligrosos riesgos que puede acarrearle a los deportistas su consumo sin la prescripción de un profesional.
"Es muy difícil que un deportista ingiera hidroclorotiazida bajo recomendación médica, porque cualquier profesional sabe muy bien que su ingesta puede llegar a traerle consecuencias muy graves al que la consuma, a punto tal que puede llegar a provocar una arritmia fatal. Por eso, es imposible que los jugadores de River la hayan consumido por recomendación de algún profesional. Si bien en este caso puntual es llamativa la cantidad de jugadores que están involucrados, habría que ver cómo se sucedieron los hechos. Pero eso ya es un tema que roza la privacidad de los jugadores y directivos. Los médicos no tienen nada que ver", cierra Bermúdez.