El fútbol está lleno de contradicciones y en Boedo no son ajenos a ellas. Ayer se confirmó que Santiago Solari, , un jugador que vale mucho dinero, será la nueva estrella del equipo. Sin embargo, las deudas del club cada vez son mayores. La gente que trabaja en el club coincide en lo mismo: “San Lorenzo hoy se mantiene por Marcelo Tinelli”. De hecho, se espera que Tinelli participe de la presentación oficial de Solari. Pero ¿cuál es vínculo entre la institución y el conductor televisivo? ¿Es pasión o son negocios?
“Estamos un poquito ahogados financieramente”, admitió hace poco más de un mes Rafael Savino, presidente cuervo. En esos momentos, Claudio Di Meglio, tesorero de la institución, dijo que el pasivo del club era de “52 millones de pesos”. La sub-comisión del hincha junto con la oposición hablan de poco más de 80 millones de pesos. Una diferencia bastante abultada.
La realidad es que el club no está en condiciones por si solo de traer jugadores de la talla de Gonzalo Bergessio, Andrés D’Alessandro, Solari o Cristian Ledesma. Sin embargo, la aparición de Tinelli y su grupo inversor han hecho que en los últimos años San Lorenzo se diera el lujo de salir campeón y de ir manteniendo una base que permitiera pelear los distintos torneos.
El desembarco. La "incursión" del famoso conductor televisivo se dio allá por mediados de 2006. Faltaba sólo un año para las elecciones y los pronósticos no eran favorables para el oficialismo. Cuentan en el club que el presidente Savino fue a pedir ayuda luego de que se terminara el ciclo de Oscar Ruggeri como entrenador, pelea mediática con el conductor de Showmach de por medio.
Así se formó en un primer momento el denominado Grupo Inversor (GI), cuya cara más visible era Tinelli. También había otras personalidades de distintos ámbitos, incluidosalgún hombre fuerte de la política nacional, que entre todos decidieron aportar su granito de arena (o de dólares) para poder armar un plantel competitivo.
La historia empezó con Ramón Díaz como director técnico. Junto con el riojano llegaron Gastón Fernández, Aureliano Torres y Ledesma. En la transacción de los primeros dos jugadores, el GI aportó dinero; en cambio en la de Ledesma debió hacerlo sólo el club ya que era un jugador "con poco poder de reventa". Todos los sueldos corrieron por cuenta de la dirigencia azulgrana. La apuesta salió bien y San Lorenzo se quedó con el Clausura 2007.
Tras la obtención del campeonato, y en el medio del affaire River-Ramón-San Lorenzo, apareció en escena Gustavo Ranucci, un empresario vinculado a los juegos de azar, amigo personal de Díaz e hincha de River.
A partir de ahí el Grupo Inversor no sería el mismo. Si bien Argentine Fútbol Sociedad Anónima –nombre con el que está registrado el fondo- no tiene en los papeles a Tinelli y Ranucci como socios, dirigentes del club aseguran que ambos están detrás de la sociedad.
Al campeonato siguiente, la suerte cambiaría para San Lorenzo. Los resultados no fueron los mismos pero sí hubo nuevas incorporaciones para ese Apertura 2007. Gastón Aguirre llegó de Newell’s por 1.200.000 dólares, de los cuales el GI aportó el 75 por ciento.
También arribó Juan Manuel Torres que tenía el pase en su poder. Según pudo saber Perfil.com el grupo de Tinelli habría comprado a Torres en 2 millones para luego prestárselo a San Lorenzo por una suma baja, pero, al fin de cuentas, cobrándole al club querido. Otros que llegaron ese año fueron Juan Carlos Menseguez, Bernardo Romeo y los hermanos Michael y Emiliano Díaz, hijos del entrenador.
La Copa Libertadores, título que nunca ha conseguido San Lorenzo, era el gran objetivo para la primera parte de 2008, año del centenario azulgrana. Para eso se trajeron figuras de renombre como D’Alessandro, Bergessio y Diego Placente. La eliminación en cuartos y el desenlace interno con la salida de Ramón ya es conocido.
“Si yo no tengo para comer, no me sirve tener un Mercedes Benz en la puerta”, ejemplifica un dirigente opositor en cuanto a la situación financiera que vive el club. La oposición también reniega de que se invierta dinero en jugadores y que cuando se los vende el club no vea ni un peso. Muchos dirigetnes y allegados al club sienten que la institución termina siendo una vidriera por la que reciben rédito alguno.
Ese es el gran problema del club hoy por hoy. La mayoría de los jugadores con los que cuenta son del grupo inversor que encabezan Marcelo y Ranucci, y la única manera que tiene San Lorenzo de conseguir dinero es vendiendo a sus propios jugadores. “No puede pasar más”, reclaman en el club.
Aseguran que la situación financiera se empieza a asumir como “crónicamente deficitaria” y eso también provoca que a la hora de vender se den ventajas. Que San Lorenzo mantenga todavía un equipo competitivo es gracias a Tinelli, que todavía sigue aportando por amor al club o quizás ya, por amor a los negocios.
(*) Redactor de Perfil.com.