Intentaba de todas las maneras. Por arriba, por abajo, por el centro y por adentro. Y no podía. Newell’s era mucho más que Quilmes y merecía los tres puntos, el pancho y la Coca. Pero no. Una y otra vez, no. Hasta que llegó el goleador Scocco y, sobre la hora, abrió el marcador. Era fiesta en el Parque, era quedar a dos puntos de los vecinitos queridos. Pero un tiro libre espectacula de Droopy Gómez, dejó a todos helados.