Un ardor estomacal por rechazo a la medicación psicotrópica que le suministran por vía oral cambió hoy el cuadro de situación respecto de la constante evolución que observó el estado de salud de Diego Maradona en los últimos días.
En su decimocuarto día de internación por un tratamiento de desintoxicación de alcohol, Maradona amaneció con esa molestia provocada por el cambio del suministro de medicación, que pasó de parenteral a oral, informaron a Télam fuentes allegadas al ex futbolista.
El primer síntoma negativo motivó la rápida reacción de los médicos que atienden a Diego, quienes consultaron con el psiquiatra sobre este cambio de metodología.
Debido estas novedades, Maradona será observado en las próximas horas y mañana se decidirá si se atenúa el régimen de consumo medicamentoso.
Pero más allá de esto, el astro futbolístico se mostró de buen ánimo, ya consciente de la situación y dispuesto a salir adelante aunque algo sorprendido por la dimensión que alcanzó la intoxicación.
Diego todavía conserva la ilusión de irse de alta el próximo jueves y hasta poder estar presente el domingo en la Bombonera presenciando el superclásico entre Boca y River, sobre todo si, como todo parece indicarlo, su amigo Guillermo Barros Schelotto juega su partido de despedida antes de viajar a los Estados Unidos.
Y después, según el criterio adoptado por su médico personal, Alfredo Cahe, viajaría a Suiza para internarse en la clínica La Prairie, con el objetivo de completar el tratamiento de desintoxicación.
Mientras tanto, el director médico del Sanatorio Güemes, Héctor Pezzella, sigue atentamente los pasos de Maradona y sostiene que está "mucho mejor" de la hepatitis aguda tóxica que padece.
Anoche volvió a contar con la compañía de sus hijas Dalma y Giannina, así como de su novia, Verónica Ojeda. Y se sabe que los afectos son los mejores medicamentos para el cuerpo y el alma. Y Diego necesita de ambos.