Fueron 26 minutos. Apenas 26 minutos de paridad. O sea, desde el minuto 27, el partido dejó de ser un partido: fue un concierto, un atropello, un hostigamiento de River. Una humillación tras otra. Y el que la sufría era Aldosivi. El resultado es bastante elocuente: 6 a 0. Una manera un poco cruel de dejar en claro la diferencia de jerarquía entre uno y otro equipo. Uno, River, campeón de América, con recambio, con llegada por los costados, con juego aéreo, con un arquero que responde cada vez que le llegan y con una delantera contundente. Otro, Aldosivi, hundido por su rival, sin posibilidad de reacción desde que el azar, la suerte o una carambola maldita lo dejó afuera del partido a los 26.
Porque el partido terminó ahí, en ese córner confuso que Santos Borré empujó al gol, mientras el juez de línea dudaba, salía corriendo, se frenaba y llamaba al árbitro Delfino para contarle todas sus preguntas. Y así, filosofando un poco, hablando con la mano en la boca para que nadie se diera cuenta de que no sabían qué cobrar, o qué decir, quizás preguntándose por qué carajo el VAR no llegó a la Argentina, entre los dos decidieron que había que señalar la mitad de cancha y aceptar el 1-0. Una decisión, al fin y al cabo, acertada. Pero que marcó el camino.
Todo lo que había hecho Aldosivi hasta ahí, que había estado muy bien, que incluso pudo ponerse en ventaja a través de un tiro cruzado de Villalba, quedó oculto. Y River, por el contrario, empezó a desplegarse, a agigantarse. Llegaron los goles de De la Cruz, el de Pratto, el de Ferreira, los quites de Pinola, los cantitos a Marcelo Gallardo y todo lo demás. Todo fue soñado para River. Un hito más en esta etapa que no tiene cumbre.
Scocco, relajado
El delantero de River, Ignacio Scocco, evitó poner plazos para su retorno a la actividad, pese al optimismo que exteriorizó el médico Carles Pedret, prestigioso profesional que visitó en España por sus recurrentes lesiones en el gemelo de la pierna derecha.
“En ningún momento estuvo en duda mi continuidad en River”, aclaró, y enseguida lanzó que “no hay tiempo” para su retorno a las canchas, porque hay que ser “cautos” e ir “viendo la evolución de la lesión”.
“Me hice estudios que en Argentina no tenemos la posibilidad de hacernos. Nos vamos conformes y sabiendo los pasos a seguir. Tengo que ver el tema de la dieta para evitar problemas o disminuir el riesgo”, explicó. El médico aseguró que la lesión que padece el jugador “no es importante” a la vez que dijo que “evoluciona correctamente” y que “se recuperará seguro”.