La vuelta olímpica de los jugadores de Estudiantes comenzó despacio, con emoción y respeto de parte de los simpatizantes, lo que permitió a sus jugadores un festejo merecido. En un episodio extrañísimo en el fútbol local, la hinchada xeneize no vaciló en aplaudir durante su transcurso en la cancha de Vélez.
Juan Sebastián Verón y José Luis Calderón tenían la camiseta puesta, pero esta vez no era la oficial sino una que desde su leyenda emanaba emoción: “Ruso, estás con nosotros”, un profundo homenaje al ídolo pincha Edgardo Prátola que alentó desde el cielo.
En medio del bullicio, Calderón (ausente en la final por haber acumulado cinco amonestaciones) manifestó: “Lo sufrimos pero valió la pena, creo que fue un muy buen año. Lograr esto es muy meritorio para todos nosotros. Fue un parto vivirlo desde afuera, pero ahora se disfruta más”.
Luego habló de Edgardo Prátola, aquel defensor "pincharrata" que falleciera de un cáncer fulminante hace pocos años en plena juventud: “El Ruso era un hermano que siempre va a estar en el corazón de los hinchas de Estudiantes”, y le dedicó el campeonato “a mis hijos, a Huerta que una lesión lo dejó afuera y a Martín Herrera que estuvo cinco fechas con nosotros”.
Verón tomó el micrófono y dijo pocas pero emotivas palabras antes de levantar el ansiado trofeo: “Queremos agradecerles a ustedes porque fueron los primeros que creyeron en nosotros, también a los dirigentes, personalmente a mis compañeros y al Cholo”, tras lo cual alentó a la gente para que cante el “Olé, olé, olé, olé, Choloooo, Cholooooo”.
Luego llegó la ovación para Diego Simeone, quien luchó desde el primer momento con un equipo al que no conocía demasiado, pero al que fue armando a su manera. La frase del Cholo fue “en la vida siempre hay que creer, nunca hay que dejar de creer”
”Se me presentan muchas imágenes. Este estadio me vio nacer y hoy gano acá mi primer campeonato. Yo le decía a la gente que siempre hay que creer y así lo hicieron. Esto es para ellos. Esta consagración me deja sin palabras", dijo el DT, quien en un claro intento por tocarles el amor propio a sus dirigidos les repartió antes del partido fotocopias de una nota en la que su colega La Volpe aparecía diciendo “no es lo mismo venir de atrás que una final", en referencia a la escasa experiencia en partidos definitorios de la mayoría de los jugadores del "pincha".
El ex mediocampista del seleccionado argentino afirmó que Boca, el rival vencido, "es un equipo capaz de hazañas, es un múltiple campeón" y que por eso Estudiantes afrontó el partido de desempate como "un verdadero desafío".
"Sabía que Boca era un gran oponente, pero también que nosotros estábamos muy bien. Por eso tenía confianza", dijo. Interrogado sobre el desarrollo del partido, reconoció que Estudiantes "no jugó bien en el primer tiempo", pero aclaró: "En el segundo cambiamos. Los jugadores interpretaron muy bien los cambios y sacamos el partido adelante".
Por su parte, ya en los vestuarios del estadio de Vélez, el arquero Mariano Andújar criticó al igual que la mayoría de sus compañeros al técnico y los jugadores de Boca por haber descontado que obtendrían el título: "No hay que hablar antes de los partidos -dijo-. Nadie confiaba en nosotros, nadie creía. Pero no hay que contar los pollitos antes de que nazcan".
También Verón hizo clara referencia a esa supuesta confianza excesiva de los boquenses, al decir "esto es para muchos que hablaron antes de tiempo". Mientras, en su salida del camarín "xeneize" el arquero Bobadilla admitiía estar "muy dolido al igual que todos mis compañeros" por haber perdido la final.
Fuente: Télam