Aunque las realidades son bien diferentes, no deja de llamar la atención el mal momento que pasan los dos equipos más grandes del fútbol argentino. A la catastrófica realidad de River -ganó un solo campeonato local de los últimos 10 que jugó- se suma el presente de Boca, quien, luego de una década de éxitos deportivos desde 1998, perece haber pedido la brújula de la victoria.
En el caso de River, su derrumbe es sumamente más notorio. El club más ganador de la historia del fútbol local (ganó 33 torneos) no sólo dejó de ser el conjunto más temido de los campeonatos domésticos, sino que además perdió el rumbo de manera definitiva en las copas que históricamente le fueron esquivas: las internacionales.
Los Millonarios no ganan un título internacional desde la Supercopa 97, cuando de la mano del mulicampeón equipo que lideraba Enzo Francescoli conseguía el último logro continental del club. Desde entonces, la venta precipitada de jugadores, sumado el mal rendimiento de las canteras de la institución, convirtieron a River en apenas una sombra de su historia.
Aunque no atraviesa su mejor momento, la realidad de los xeneizes es sumamente diferente a la de su máximo rival. La llegada de Carlos Bianchi a la dirección técnica de Boca en 1998 erigió al club de la ribera en el máximo ganador de todo el continente en los últimos diez años, con 4 Copa Libertadores, 2 Sudamericanas y 3 Recopas.
Sin embargo, la situación de Boca no es la mejor desde hace al menos un año. Aunque logró el Apertura 08, las rápidas eliminaciones en los últimos torneos internacionales provocaron turbulencias políticas en el club, entre las que estuvieron las presiones a Carlos Bianchi para que vuelva a ponerse el traje de director técnico.
Ahora, con la renuncia de Alfio Basile (no confirmada por la dirigencia de Boca) y el frágil momento que soporta Néstor Gorosito en River quedan al descubierto los malos momentos futbolísticos que atraviesan los clubes más ganadores de la Argentina. ¿Podrán modificarse con los cambios de técnico?