Los esfuerzos del Gobierno con controles, multas y cierres de sociedades de Bolsa para aplacar los ánimos en la City han tenido relativo éxito en estos días, con caída de todas las cotizaciones. Pero la batalla de fondo, de tranquilizar a los actores económicos todavía asoma cuesta arriba.
El 46,2% de los hombres de negocios espera que la cotización oficial del dólar se ubique entre $ 10 y $ 12 el año que viene, mientras que un 42% lo ubica entre $ 12 y $ 15. Con la cotización oficial clavada hoy en $ 8,50 por decisión oficial, estimar que puede tocar los 12 hacia fines del año que viene es asumir una devaluación del 41%, mientras que imaginarlo a $ 15 (más de lo que hoy está el blue) sería suponer un salto cambiario del 76%.
Los datos surgen del relevamiento realizado por LIDE, el Grupo de Líderes Empresariales que en la Argentina integran entre otros José Giraudo de Acindar, Cristiano Rattazzi de Fiat, José Sebastián Reynoso de Grupo Bimbo, Alejandro Yapur de McDonald’s, Javier Quel de Tetra Pack, Daniel Pettarin de Profertil, Félix Alemann de Nestlé, Gustavo Grobocopatel de Grupo Los Grobo y Rogelio Frigerio del Banco Ciudad. En total, se trata de un grupo exclusivo de 93 ejecutivos que lideran compañías que facturan más de US$ 100 millones.
El pronóstico sobre el dólar no es casual. El 50% de los ejecutivos prevé una inflación de entre el 40% y el 50% de acuerdo con el mismo relevamiento, en el que surge que un 42,3% espera un aumento de precios de entre 30% y 40%. El 65% espera aumentos salariales de ese mismo nivel, con un 15% de los consultados que anticipa pedidos de entre 40% y 50%.
Estos datos se confirman en la percepción del llamado “clima de negocios” que mide también la organización. El clima empresario es el peor de los últimos dos años y las previsiones de despido de personal se duplicaron en sólo tres meses, en la visión de los CEO de las grandes empresas que integran LIDE.
La nueva edición del Indice de Clima Empresarial de LIDE –que se realiza desde octubre de 2012 de forma trimestral– muestra un serio deterioro en la percepción de la eficiencia de la gestión del Gobierno, con una evaluación de 1,55 puntos sobre diez. Pero sobre todo, revela la fragilidad actual del empleo: 21% de los Ceos prevé una reducción de su plantel, el doble que en las mediciones de junio. La lectura de este dato es aún más preocupante si se tiene en cuenta que sólo 5% espera crear empleos. Hace un año, dos de cada diez estimaba aumentar los puestos de trabajo.
Los ejecutivos consideran que el escenario político actual es el principal factor que impide el crecimiento.