Cinco meses tardó Isela Costantini, echada de Aerolíneas Argentinas, en conseguir un nuevo empleo en el sector privado, y también en romper el silencio. Uno de los fichajes empresariales del año, fue contratada por el Grupo ST, controlado por históricos del negocio bancario como Pablo Peralta, Roberto Domínguez y el multiempresario Marcelo Mindlin. Se trata de un holding financiero que administra activos por $ 25 mil millones y que le encargó a Costantini que arme una reingeniería empresarial de cara a una próxima oferta pública de acciones. Por fuera del grupo, los accionistas buscan expandirse al agro y el real estate. “Para nosotros siempre fue una mujer brillante y muy buena persona, con un poder de transformación muy grande. Afortunadamente ella eligió quedarse en la Argentina. Todos los días debemos hacer los esfuerzos para que Isela y toda nuestra gente elija trabajar con nosotros”, dice Peralta, que junto a Costantini dialogó con PERFIL.
—Con todos esos elogios, no compartirías la idea de sacarla de un equipo...
PABLO PERALTA: Los procesos políticos y empresariales no coinciden necesariamente. Y tienen distintos timmings. El salir del sector privado al sector público es muy fuerte y al revés lo mismo.
—¿Y cómo vivió ese idea y vuelta, Isela?
ISELA COSTANTINI: Aerolíneas era pública, pero era una empresa que dependía del Estado. No era un ministerio, tenía sus costos, sus ingresos y un desafío de resultados y objetivos a entregar. Era dentro de una dinámica diferente, pero era una empresa.
—¿Cómo la convencieron?
C: Yo nunca pensé en tomarme un año sabático, nunca me lo tomé. Eduardo Oliver, uno de los socios del grupo en el sector de las concesionarias, me vino a buscar y a ver cómo estaba. Después fueron varias conversaciones. Yo decía que la próxima empresa que quisiera trabajar era una empresa que tuviera valores compatibles con los míos. Se sabe que no hay empleo ideal, pero la parte de integridad y valores era importante. Hablé con los accionistas Roberto Domínguez y Marcelo Mindlin. Me encantan los desafíos.
—¿Cómo pasa de los autos a los aviones y ahora a las finanzas?
C: Trabajé en una refinadora de azúcar, en una firma de cosméticos y fragancias, y hasta en una empresa de velas religiosas. Los elementos de éxito de una empresa pasan por los mismos lugares. Ingresos, proveedores, gobierno, gremios hay en todos los lugares.
—Entre siete gremios aeronáuticos y La Bancaria, ¿qué prefiere?
C: Yo no he tenido problemas con los gremios en Aerolíneas, quedó claro y obvio con mi salida. Cuando uno tiene muy claro hacia dónde tiene que ir, y el cómo involucra a accionistas, proveedores, gremios y gobierno, se lo conduce. Cada gremio tiene su dinámica. Todavía no he tenido oportunidad de hablar con los bancarios.
—¿El haber pasado por el sector público es un activo o un pasivo?
P: El desarrollo empresarial no puede ajustarse a la suerte de la relación de una persona con el Estado. Además, Isela no estuvo trabajando ni con el Banco Central ni con la Superintendencia de Seguros.
C: Salí bien con el Gobierno. Sigo con relaciones personales con algunas personas del Gobierno. Lo que demostré durante mi año en Aerolíneas, profesionalismo e integridad, son elementos y nunca fui de criticar. Mi paso por Aerolíneas ayuda como experiencia de relacionamiento pero no a destrabar o hacer algo diferente.
—¿En algún momento en Aerolíneas dijo usted “quién me mandó a venir acá”?
C: Soy muy consciente de las decisiones que tomo. Tuve una carrera muy buena en General Motors y pensé mucho mi salida y no me arrepiento. Uno no toma esa decisión sin pensar en los riesgos y las consecuencias. Soy de tomar riesgos, pero los tomo y sé que tienen sus consecuencias y sé que pueden no ser las que uno quisiera.
—¿Qué le dirían a un grupo para que venga a invertir en la Argentina?
P: Nosotros conocemos el mercado, el país, las reglas, los retornos. Necesitás pensar global pero actuar local. Y somos una parte en el actuar local. El Grupo ST puede identificar los mejores activos.
C: Hoy es otro momento de la Argentina. Hay mucha liquidez en el mundo. La incertidumbre sobre lo que Trump va a hacer genera un interés muy grande por ver dónde hay oportunidades y la Argentina tiene sectores, como minería, energía y el campo con potencial. Y hay oportunidad de traer inversores extranjeros.
—Uno podría sumar también la aviación low cost a esa lista. Hace dos días se aprobaron las rutas para Avianca, cuya audiencia coincidió con su salida. ¿Qué opina?
C: Cualquier mirada que dé va a ser teñida de que la ex presidenta opina... Yo tenía mi opinión y trabajaba encima de mi opinión y en los planes que tenía dentro de Aerolíneas, y hoy cualquier opinión que dé infelizmente no va a ser la de una ciudadana, sino va a ser tenida a favor o en contra de lo que se está haciendo.
—Isela, usted es muy amable en los comentarios hacia el Gobierno, pero muchos de los que se quedaron no hablan así de usted.
C: No hay que generalizar. Hay que ver quién habla. Me fui muy bien con Mauricio. Con otros ministros y secretarios incluso chateamos. Tiene que ver con el profesionalismo de uno. Yo fui a entregar los resultados y cómo lo hice no tiene nada que decir. Mejoramos la rentabilidad de los vuelos internacionales, mejoramos el flujo de caja, fuimos la aerolínea más puntual de Latinoamérica. Para lo que me llamaron lo hice con respeto a los empleados, y ésa soy yo y es lo que llamo mi integridad. n