Si hubiera un índice de confianza de dueños de empresas, como el de los consumidores que refleja la Universidad Torcuato Di Tella, bien podría dar que, a un año del gobierno de Mauricio Macri, se mantiene todavía el optimismo tras la salida de Cristina Kirchner, pero con muestras de una ansiedad creciente a la espera de que “el nuevo clima” se transforme en resultados concretos.
Ese estado de ánimo de las mayores billeteras del país quedó reflejado el martes pasado en el almuerzo de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que los nuclea. Mientras comieron un salmón con risotto escucharon al jefe de Gabinete, Marcos Peña, invitado para hablar luego de la asamblea de fin de año. El funcionario se acercó con los coordinadores Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, con un mensaje: el Gobierno acelerará medidas a través de varios ministerios para intentar potenciar un rebote económico que se hace esperar.
“Necesitamos una economía tonificada”, fue la forma amable que encontraron varios de los presentes, al tomar la palabra, de pedir que los buenos pronósticos se transformen en hechos concretos. Desde la mesa principal apuntaron preguntas y reflexiones Luis Pagani, dueño de la alimenticia Arcor que sufrió la caída del consumo, Paolo Rocca, el ahora mediático titular de la organización Techint que venía de plantear hasta en TV un plan de precios diferenciados para potenciar Vaca Muerta y subsidiar a su industria; y también habló el propio Héctor Magnetto, hombre fuerte del holding de medios y telecomunicaciones Clarín, que también transmitió su perspectiva sobre la Argentina.
Todavía con el debate por el proyecto de cambios en Ganancias caliente, el leitmotiv de los presentes fue la carga tributaria y la necesidad de que el Gobierno les baje los impuestos. “Somos el único gobierno que bajó los impuestos”, repitió Lopetegui. En AEA monitorean especialmente cualquier nuevo proyecto en danza en el Congreso.
“La situación actual les pega más a unos que a otros, que con la soga al cuello tienen menos paciencia para esperar reformas y crecimiento”, contó además uno de los presentes. “Se planteó que falta avanzar en algunos marcos regulatorios”, apuntó Jaime Campos, reelecto titular de AEA, que en su discursó hizo carne la principal inquietud política, y que llaman “el peligro del regreso del populismo”.
