Tras la derrota oficial en las PASO, las reservas internacionales acumulan una pérdida de US$ 8.051 millones. El stock quedó ayer en US$ 58.259 millones. El financista Christian Buteler advirtió que “se encamina a ser el mes de mayor caída de la era Macri”. El drenaje es por un combo de cancelación de un repo (préstamo de bancos internacionales al Tesoro) por US$ 2.615 millones, pagos de deuda ante una menor renovación de las letras emitidas por el Tesoro, ventas en el mercado de contado realizadas por el BCRA para contener al dólar que ya suman US$ 759 millones desde las elecciones primarias, y salida de depósitos en dólares. Así, el stock de reservas se convirtió en variable de monitoreo diario. “Es el número más importante para la economía”, destacó un informe de PxQ, dirigida por Emmanuel Alvarez Agis, uno de los referentes económicos de Alberto Fernández, y advirtió que “la dinámica luce preocupante”.
Las reservas netas, que son las de libre disponibilidad del BCRA, rondan entre los 15 mil y 20 mil millones, según distintos cálculos privados. Fernando Baer, de Quantum Finanzas, indicó que “la definición de reservas netas según el FMI surge de descontar de las reservas brutas el swap con China, los encajes por los depósitos en dólares, la posición neta de dólar futuro y los US$ 7.500 millones del primer acuerdo con el Fondo, que eran exclusivamente para estabilizar el tipo de cambio”.
¿Alcanzará ese colchón para aguantar los tres frentes hasta las elecciones de octubre? “Es la pregunta del millón”, reconoció Miguel Zielonka, de Econviews, y planteó que “hay buenas chances de que alcance; si se recupera la confianza te sobra, pero si hubiera una nueva corrida y la gente se dolarizara, no sé si va a ser suficiente”. Para Baer, “que alcancen depende de que dejen de correr los depósitos en dólares, y renovar en gran medida los vencimientos de Letes de acá a fin de año”. También consideró “crucial” el desembolso del FMI de US$ 5.400 millones previsto en septiembre. “Si no lo gira, tenés un problema mayor porque el Gobierno contaba con esa plata para enfrentar el posible no rolleo de Letes”. Javier Alvaredo, de ACM, dijo que “el nivel de reservas es muy ajustado, hay muchos interrogantes, si las Letes se podrán renovar; si no viene el desembolso del FMI la situación será más compleja, y el problema es que si por algún factor no se renovaran los plazos fijos en pesos y hubiera una corrida al dólar, que hasta ahora no ocurrió, ahí ya no te alcanza nada”.
Por su parte, Guido Lorenzo, de LCG, opinó que hay un colchón “lo suficientemente sólido para afrontar una corrida de una magnitud importante comparada con otros episodios similares”. LCG calculó en un informe reservas netas por unos US$ 32.892 millones frente a una demanda potencial de US$ 34.700 millones, suponiendo que saldría un 35% de depósitos y que solo se renueva el 20% de los vencimientos de letras pendientes (tanto en pesos como en dólares), pero como contempla la llegada del desembolso del FMI, esa eventual dolarización la reduce a US$ 28.300 millones. Lorenzo admitió que “no alcanzaría si hubiera una salida de depósitos fuerte, superior al 50%”. Para Baer y Lorenzo, ante esa eventual situación es probable que el Gobierno recurra “a poner control de capitales”, es decir, que restrinja la compra de dólares para evitar una mayor sangría de reservas, y recuerdan que aun el FMI recomienda esa medida en determinadas circunstancias.