En medio de una mayor demanda de dólares y presión a las reservas del Banco Central, el Gobierno refuerza los controles para evitar la subfacturación de exportaciones.
En los primeros diez días de septiembre, fueron más de 3,7 millones de personas las que compraron dólares para ahorro, según datos del mercado, lo que representa un aumento de la demanda del 20% con respecto al mismo período del mes anterior.
En ese marco, el blue cerró la semana a $131 y acumuló una baja de un $1, mientras el dólar oficial finalizó en alza en medio de renovadas ventas por parte del Banco Central para hacer frente a la demanda de divisas.
En el segmento mayorista, el tipo de cambio ganó siete centavos y se ubicó de esa manera en $74,91. El dólar “ahorro”, por su parte, escaló este viernes ocho centavos, hasta los $102,87.
Según estimaciones privadas, este viernes el Banco Central tuvo que vender en torno a u$s 100 millones. En las últimas cuatro jornadas la autoridad monetaria sacrificó en torno a u$s 320 millones para abastecer la plaza cambiaria.
Ante la persistente baja de reservas y la fuerte presión para adquirir moneda extranjera, el directorio del Banco Central autorizó a las entidades financieras a ofrecer depósitos atados a la evolución del dólar oficial (dólar linked). En su reunión de directorio semanal, el organismo que conduce Miguel Pesce señaló que con la medida se busca potenciar “la captación de depósitos a tasa variable”.
“Los datos oficiales al 7 de septiembre muestran que el BCRA vendió US$ 493 millones en las primeras 5 ruedas de este mes y unos US$ 1.295 millones en las últimas 20 ruedas; cifras que representan el 5% y el 12% de las reservas netas, respectivamente”, detalló un informe del SBS.
“El BCRA no vendía divisas a un ritmo similar desde fines de mayo, momento en que la entidad introdujo una serie de reglas (Comunicación A7030) que restringieron la demanda de divisas calmando la presión sobre las reservas por algunas semanas. Más allá de esto, remarcamos que este ritmo de ventas de divisas parece difícil de sostener por mucho tiempo, por lo que nos mantenemos atentos a una posible reacción de política económica”, remarcaron los economistas.
Evasión y fuga. En ese contexto, desde el Gobierno remarcaron que se reforzará la estrategia de “combate a la evasión y maniobras abusivas”. Para esto, la Dirección General de Aduanas (DGA) avanzó con nuevos valores referenciales para las exportaciones, para evitar la subfacturación, una práctica que genera declaraciones de venta al exterior por montos menores a los de la operación, con el objetivo de dejar el diferencial de divisas en cuentas sin declarar.
Con la medida, se fijan referencias a las exportaciones de papa, que se suman a las de cebolla, leche en polvo y la pasa de uva, el organismo estableció el valor referencial para la papa.
Toda exportación declarada por debajo de ese precio y a esos países habilita a que la Aduana active una investigación.
“En vigencia de un esquema de administración del mercado de cambio, la subfacturación del comercio exterior funciona como un mecanismo para retacear el ingreso de divisas al país”, explicaron desde la Aduana, a la vez que remarcaron que eso también genera evasión impositiva en el frente de la recaudación interna.