El Gobierno detalló a los jueces de la apelación las condiciones de pago a los fondos buitre, que mantienen las variables del canje de deuda de 2010, y negó que haya riesgo de default técnico, pensando en que aun cuando se produzca un fallo adverso en la segunda instancia resta la presentación ante la Corte Suprema de Justicia.
Así, la oferta de pago que entró el viernes por la noche sobre el filo del plazo que habían indicado los jueces Rosemary Pooler, Barrington D. Parker y Reena Raggi se completó en los mismos términos que hace tres años: bonos Par (por el mismo valor) para los tenedores minoristas de títulos por hasta US$ 50 mil de valor nominal y bonos Discount para el resto, los grandes tenedores.
En el caso de los minoristas, los bonos Par vencerán en 2038 y recibirán además un pago en efectivo por los intereses vencidos desde el 31 de diciembre de 2003 en adelante. También recibirán cupones atados al PBI hacia delante, que se pagarán si la Argentina crece más de 3,22% este año.
Para los fondos buitre –que tienen el 99,9% de la deuda todavía en default, según aseguró ayer en conferencia de prensa el ministro de Economía, Hernán Lorenzino–, la propuesta contempla bonos Discount (con vencimiento en 2033 y una quita del 66,7% sobre el valor nominal), a los que se agrega el Global 2017 para reconocer los intereses vencidos, también desde 2003. La oferta se completa con el Cupón de PBI para pagos futuros, siempre atado al crecimiento.
El cupón volvió a disparar críticas. El ex presidente del Banco Central Alfonso Prat Gay hizo foco en una línea de la presentación donde dice que “los cupones de PBI compensan a los bonistas que perdonaron deuda a la Argentina al habilitarlos a pagos en años de crecimiento económico” por arriba del 3%. “El propio Gobierno reconoce que el cupón del PBI termina igualando la quita de deuda”, aseguró el diputado opositor. Lorenzino –acompañado por el vicepresidente Amado Boudou, el secretario de Finanzas Adrián Cosentino y el de Política Económica, Axel Kicillof– aseguró que “la Argentina no va a violar las ofertas anteriores” y que “no hay perjuicio para los bonistas que entraron en 2005 y 2010”. La troupe económica destacó que se respeta el concepto de pari passu –trato igualitario para los tenedores– y las leyes argentinas.
Boudou cargó contra la Corte y sostuvo que “sería un absurdo jurídico que un juez lleve a la Argentina al default cuando tiene capacidad de pago”, aunque la posibilidad de un default técnico se la achacó a los “pronosticadores” que especulan con seguros contra default, los CDS (credit default swaps). “Es un negocio en el que participan los mismos buitres”, dijo Lorenzino, que estimó que el caso llegará a la Corte Suprema y vaticinó varios meses más de litigio por delante. En el mercado estiman que prevalecerá el mandato del juez de primera instancia Thomas Griesa, que ordenó el pago en efectivo de US$ 1.300 millones a los demandantes.
Los jueces de la apelación, en tanto, deberán definir también qué rol le cabe al Bank of New York, el agente de pago, que argumentó que sus fondos no pueden ser embargados para cubrir la demanda de los fondos buitre y que esa acción podría poner en riesgo el sistema de pago neoyorquino.
Los holdouts acabarían ganando hasta 148%
Los buitres ganan. Aun si fueran forzados a aceptar un canje, pasarían a tener un beneficio del 148% total, con una tasa anual de 21,9%. El cálculo, realizado por Economía e incluido en la presentación judicial, marca que en 2008 NML declaró haber comprado títulos defaulteados por US$ 48,7 millones, que a valor de mercado actual serían US$ 120,6 millones.
Pese a que el dato de que la compra de títulos fue en 2008 y consta en las declaraciones ante la Justicia, Economía reconoce el pago de intereses desde 2003. “Son las mismas condiciones que en 2010”, justificaron los funcionarios.
Si se cumplieran los términos de Thomas Griesa, que instó a pagar el 100% de la deuda, la ganancia de los buitres sería del 1.380% acumulado, el 80% de rédito anual si el repago fuera de US$ 720 millones.
“En línea con lo esperado”
La propuesta de pago a los fondos buitre que el Gobierno nacional elevó al tribunal de Nueva York por la deuda en default –en sintonía con lo ofertado en el canje de 2010– no generará un impacto negativo en el mercado cuando las operaciones se reanuden el próximo miércoles.
“La propuesta que se formalizó está en línea con las previsiones que los inversores locales tenían. Es decir, se descontaba que se iba a presentar un esquema que estuviera en línea con la última apertura, y pienso que ésta es la máxima propuesta que podía hacer el país, por lo que no se esperan reacciones negativas de los inversores”, aseguró Jackie Maubré, directora de Cohen Sociedad de Bolsa.
Para la especialista, la oferta de la Argentina ha ido evolucionando y “nadie esperaba que el pago fuera del 100%”, por lo que en las próximas ruedas no deberían surgir respuestas sorpresivas. Además, Maubré aseguró que “los tenedores de deuda locales seguirán guiándose por los indicadores macroeconómicos”.