Con el fin del primer trimestre del año, las grandes compañías norteamericanas comienzan a recibir miles de informes económicos que intentan responder una pregunta común: hasta cuándo durará la crisis y se retomará el crecimiento. En los últimos tres meses la economía de Estados Unidos comenzó a dar síntomas de recuperación pero todavía no se despejó la incógnita de cómo se limpiarán los bancos de las deuda incobrables (la cuestión que dio el puntapié al inicio de la crisis financiera).
Hasta ahora uno de los horizontes más optimistas es que la recesión en Estados Unidos continuará al menos hasta septiembre de 2010, así lo afirma un sondeo entre economistas que publicó el Wall Street Journal, uno de los diarios económicos más importantes del mundo. Según el informe, la expectativa de los analistas es que en la primera mitad de este año se producirá un fuerte ajuste en la economía estadounidensse que incluiría una contracción del PBI de hasta el 5%.
Casi el 70% de los economistas consultados estima que la recuperación en septiembre del año entrante comenzará de la mano de la recuperación del empleo pero que, en diciembre próximo será cuando la falta de trabajo puede terminar afectando al 9,5% de la población ecómicamente activa de Estados Unidos (frente al 8,5% reportado en marzo pasado).
Empleo. El único dato que puso paños fríos en materia laboral es que las solicitudes de subsidio por desempleo cayeron en la primera semana de abril. Según el Departamento de Trabajo de EE.UU. pasaron de 674.000 a 654.000. No obstante, la cantidad de beneficiarios de seguro de desempleo continúa siendo récord por 11 semanas consecutivas.
Sin embargo, no todos los desempleados pueden acceder a este beneficio. Según datos oficiales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, de 13,2 millones de desempleados que se registraron en marzo sólo 5,8 millones accedieron a cobrar seguro de desempleo. De hecho, en algunos estado como Texas, Virginia o Georgia menos del 30% de las personas sin trabajo puede acceder a este subsidio.
Entusiasmo financiero. Los resultados de las primeras señales optimistas comenzó a canalizarse en la bolsa cuando se auguraba un cierre positivo para el primer trimestre del año. Desde el 9 de marzo pasado el índice Dow Jones -donde cotizan las principales firmas industriales de Estados Unidos- comenzó una racha positiva que ya acumula un crecimiento superior al 19% hasta el día de hoy.
La recuperación parcial se selló con dos datos: por primera vez en cinco meses, en febrero, Japón -la segunda economía mundial- tuvo un (inesperado) incremento en los pedidos de maquinaria alcanzado los U$S 7.300 millones.
El fin de esta semana financiera estuvo coronada por el anuncio del Citigroup de su primera ganancia después de un año de pérdidas. Esta entidad, que había recibido u$s 45.000 millones en ayuda federal, obtuvo u$s 1.600 millones en ingresos durante el primer trimestre de 2009.
Además, el banco Wells Fargo, el más grande de Estados Unidos, dijo que durante los 3 primeros meses del año podría reportar una ganancia en torno a los U$S 3.000 millones.
Wells Fargo adquirió en diciembre pasado a Wachovia, una de las entidades severamente golpeadas por la crisis, y para tal fin recibió fondos federales. Con este primer indicador los analistas más cercanos a la Casa Blanca encontraron argumento para sostener que el plan oficial de rescate financiero a los bancos está dando resultado.
La noticia de Wells Fargo trajo entusiaso al mercado por el temor que este tenía que la acción del Estado en las entidades financiera. Hace tan sólo un mes y medio atrás hasta los pronósticos más pesimistas trazaban una posible disolución de accionistas de bancos en manos del Estado y una prolonga estadía de este en sus juntas directivas.
Sin embargo, todavía no queda claro para ningún analista que mire el largo plazo cómo los bancos se desharán de los "activos tóxicos". Es decir, de los pasivos que están en mora y difícilmente podrán cobrarse, la gran mayoría de estos concentrados en el financiamiento de inmuebles. Hasta ahora, la acción del Estados aparece como una de las soluciones más comentadas. Si bien los bancos podrían tornarse viables en el mediano plazo, también pueden necesitara mayor ayuda pública.
* Especial para Perfil.com