Las agresiones del Gobierno nacional hacia el sector agropecuario golpearon con fuerza en la ciudad modelo de la presidenta. A nivel productivo, el agro de Rafaela y la región se vio severamente dañado no sólo con el conflicto, sino con las medidas distorsivas del Poder Ejecutivo. Y a diferencia de lo que ocurre en las economías de las grandes capitales, la mala situación del sector agrícola se traduce directamente en una baja en las ventas de todo tipo de productos y servicios, generando un efecto de recesión en la economía regional.
El 10 de diciembre, al cumplirse un año de la gestión Fernández –declarado "día de luto" por los productores agropecuarios- las sociedades rurales de Rafaela, Sunchales y Humberto Primo –tres entidades que impulsaron fuertes reclamos al Gobierno- emitieron un comunicado donde se explica que "el productor lechero se encuentra en situación de quebranto, con un precio de la leche cada vez más bajo, insumos dolarizados, granos a precios muy lejanos a los de pizarra" y que "las industrias no pudieron exportar, cuando el mundo requería de todos nuestros productos, menos podrán hacerlo ahora ante semejante escenario", y por esto comprenden que "no pueden cumplirse los acuerdos firmados", en referencia al documento que propuso el secretario de Comercio Guillermo Moreno para que las lácteas paguen 1 peso por litro de leche producida al tambero, el mismo que, pocos días después de firmarse, fue incumplido por las usinas lácteas, que pagaron poco más de 80 centavos cada litro.
Los mismos productores, principales víctimas de este desmanejo, comprenden que la desfavorable situación de las lácteas ante los controles gubernamentales para la exportación no les permite cumplir el acuerdo, una situación que el único que no parece comprenderla es el propio titular de la cartera, que hace pocos días volvió a exigir a las industrias que cumplan lo incumplible.
Los desmanejos en el tema lácteo merecen un capítulo aparte, pero basta con tener en cuenta que el Departamento Castellanos alberga más de 1200 tambos, es decir, unidades de producción de leche, convirtiéndose en la cuenca lechera más importante del país, junto con Villa María. El productor agropecuario rafaelino promedio es tambero que complementa su producción con carne o trigo. Sólo Rafaela alberga la mitad de estas unidades primarias, que se suman a 12 empresas procesadoras de productos lácteos, componiendo una cadena agroindustrial basada en la leche que, sin dudas, no tiene copia en el país. Entonces, las decisiones del Gobierno Nacional en materia de lácteos son definitivas para esta región. Y precisamente, el problema de la lechería es el principal callejón sin salida para el campo argentino, el sector más castigado después de la soja.
Y en cuanto al oro verde, la Rural destaca en el comunicado que "la soja perdió el 30 por ciento de su valor internacional y las retenciones no se han modificado" y que "bajaron las retenciones al trigo y al maíz, en el preciso momento en que no hay trigo cultivado y la exportación de maíz está cerrada". Lo que indican los ruralistas es clave, pues en este año la producción de trigo ha descendido en esta zona un 80 por ciento, según un informe de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la caída más pronunciada en el país del área sembrada para este cultivo, y una cifra que asombra a los propios productores. Esta grave situación de las principales producciones agropecuarias de la región Rafaela, se traduce directamente en una depresión del comercio y un alerta en la producción industrial que se vio reflejada en un informe realizado por el Centro Comercial e Industrial, gremio que nuclea a los comerciantes e industriales de la ciudad.