La relación entre el campo y el nuevo gobierno está, para uno de los empresarios más importantes del agro, Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo Los Grobo, fuera de la lógica de amigo-enemigo que se construyó en los últimos años. Con un nuevo tipo de cambio y buenas expectativas de siembra, dialogó en Bariloche con PERFIL en el marco de la presentación de Frontec, la compañía de soluciones agrosatelitales creada junto al Invap. Allí, contó con la presencia del presidente Mauricio Macri.
—La escalada del dólar a $ 16 esta semana volvió a poner bajo la lupa la liquidación de las exportaciones agrícolas, retenidas durante el final del kirchnerismo. ¿Ahora el campo le da la espalda a este gobierno?
—El campo no le da la espalda a Macri y no tiene una lectura político-partidaria en las decisiones que va tomando. No había un boicot contra Cristina y no lo hubo contra Macri. Esas son estructuras que arman quienes necesitan crear enemigos y amigos. El primer dato duro es que se está liquidando más que el año pasado y el anterior (más de US$ 4 mil millones en lo que va de 2016). El maíz marca un récord histórico, la soja igual y el trigo un poco más. El productor vende cuando le parece que hay un buen precio internacional, cuando necesita el dinero para pagar las cuentas. Los granos son la moneda de cambio; entonces el refugio de valor que tiene es quedarse con los granos. Y muchas veces al productor le ha ido mal por esperar. Tampoco son tan sofisticados para cálculos de tasas de interés.
—Tras la devaluación y el fin de las retenciones, ¿el campo tiene todo a favor?
—Va a ser un año de un salto porque se va a sembrar más trigo y maiz, y que va a haber más rotación de cultivos, y hay una serie de ventajas desde el punto de vista del ambiente y del negocio. No es raro pensar que vamos a superar 120 millones de toneladas de granos.
—¿Qué pasa con los costos?
—La mayoría de los costos están dolarizados, y el campo no es mano de obra intensiva, entonces las devaluaciones no tienen un impacto tan positivo como se cree. Aumenta lo que se vende, pero también crecen los gastos. La devaluación ayudó a los que tenían deudas en pesos y las medidas que tomó el Gobierno fueron medidas reparatorias.
—¿No mejoró la rentabilidad?
—Hizo que los productores puedan pagar sus deudas y vuelvan a estar en carrera, pero eso no tiene que ver con la rentabilidad, que para el año que viene la vemos restringida. Maíz y girasol están mejor, pero en soja y trigo es diferente. Las retenciones a la soja bajaron de 35 a 30% con precios internacionales que cayeron 20%, y la recaudación que viene por la soja es casi el 70% del total. Macri cumplió hasta el momento y aseguró que bajará un 5% por año. Tenemos que ir hacia un sistema sin retenciones.
“La Argentina es muy insular”
Gustavo Grobocopatel integrará el Consejo de la Producción, creado por el Ministerio de la Producción que dirige Francisco Cabrera, y que tiene por objetivo ser un órgano consultivo con referentes de diversos sectores. Acerca de su nuevo rol de asesor, el presidente de Los Grobo señaló que “el mundo y los negocios están cambiando y por otro lado la Argentina es un país muy insular, muy desconectado de lo que está pasando. Tener un lugar donde haya sectores empresariales, académicos que aporten ideas, que se la acerquen al ministro y al Gobierno para que considere me parece bien”.
Y posteriormente aclaró: “Por supuesto uno no tiene la verdad ni va a encauzar las cosas para un lado y para otro, pero va a ayudar a pensar qué está pensando. La convocatoria fue de Cabrera y es un listado heterogéneo”.
Junto a Grobocopatel, estarán Daniel Novegil, Sergio Kauffman, Bernardo Kosacoff, Eduardo Levy Yeyati, Dante Sica y Alberto Schuster, entre otros. “Para mejorar el futuro debemos implementar políticas dirigidas a generar una transformación del entramado productivo”, resaltó Cabrera.