Jorge Becerra es argentino, pero vive en Chile, desde donde dirige la oficina del BCG, una consultora empresarial y financiera. “La lógica de consensos es un imperativo”, dice.
—¿Cómo evalúa el contexto actual de Argentina y cómo impacta en la región?
—La Argentina siempre es un referente en la región y se mira con atención hacia dónde iba y ahora hacia dónde puede ir. Muchos de los temas que nos ocupan ahora en su naturaleza son similares a lo que está pasando en Perú, en Colombia y también en Chile. La emergencia creciente de grietas, de separaciones ideológicas, de modelos, está presente y en ese sentido cada uno trata de buscar mecanismos. La lógica de los consensos, los acuerdos, es un imperativo. Tratar de ponerse de acuerdo sobre el pasado es difícil, por eso se busca la visión de futuro. Muchos reconocen que los temas macroeconómicos de la Argentina son especialmente difíciles e históricos. El déficit fiscal recurrente y la pobreza son mucho más recurrentes en la Argentina que en el resto de América Latina.
—¿Cómo ven las empresas de la región a la Argentina frente al cambio de gobierno?
—El mercado argentino siempre es visto con interés. Siempre se reconoce el potencial de consumo que tiene la Argentina con una clase media sólida, sofisticada. Con las PASO se generó una expectativa distinta para ver qué se confirma. Los empresarios de la región prevén que puede ganar Alberto Fernández, pero estiman que habrá cierta racionalidad porque si no, sería muy complicado para la Argentina. De todas formas, siempre hay incertidumbre. Se plantean cómo mantener estos lazos entre los países su-damericanos.
—¿Cuál debería ser la agenda desde esa visión empresaria?
—Las agendas son similares: el impacto de las tecnologías en el futuro del trabajo, pobreza, salud, reforma tributaria. También la visión hacia el Asia Pacífico, porque se entiende que en los próximos 20 años el crecimiento vendrá por el lado de Asia-Pacífico, por las inversiones en la región –el metro de Bogotá, eléctricas en Chile, minería en Perú–. China está muy enfocada en Latinoamerica. Si hay un cambio de gobierno, es esperable que haya una revisión de temas tributarios y laborales.