El Fondo Monetario Internacional (FMI) “monitorea” la situación de Brasil después del escándalo de corrupción que salpica directamente al presidente Michel Temer y descarta un “contagio” en la región, según explicaron ayer directivos del organismo.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, consideró en San Pablo que todavía es “pronto” para realizar un diagnóstico sobre las consecuencias que la nueva crisis política en Brasil tendrá en el campo económico.
Werner precisó que en las próximas semanas el organismo seguirá de cerca los acontecimientos de Brasil con el fin de evaluar futuras proyecciones económicas, aunque por el momento mantendrá sus pronósticos.
Según el FMI, el producto interno bruto (PIB) de Brasil avanzará un tímido 0,2% este año y escalará al 1,7% en 2018, después de dos ejercicios consecutivos en números rojos por primera vez desde la década de 1930.
La economía brasileña cayó un 3,8% en 2015, su mayor tropiezo en un cuarto de siglo, y perdió un 3,6% en 2016, hundiéndose en una profunda recesión.
“Hay que tener cautela. Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas y cuando estén más claras evaluaremos las proyecciones económicas”, aseguró Werner en un encuentro con periodistas en San Pablo, antes de la presentación del informe “Las Américas. Historia de dos ajustes”.
El FMI cree que las probabilidades de contagio a otros países de Latinoamérica son mínimas, ya que, a su juicio, las economías de la región “tienen suficiente espacio de maniobra, reservas internacionales” y “salud en los balances de los bancos y las principales corporaciones”.
“Cuando fue la crisis política de Brasil hace dos años, o la volatilidad de México ante la incertidumbre sobre la posible renegociación del tratado de libre comercio, el impacto regional fue limitado”, señaló el directivo. En esta ocasión, añadió, “la probabilidad de un contagio es menor”.
“Los mercados actúan con volatilidad, pero con normalidad. Los esquemas del gobierno y la acción del Banco Central para que se mantenga la liquidez han sido los adecuados para que el mercado actúe de manera correcta, aunque con incertidumbre”, puntualizó el directivo.
Austeridad. Por otro lado, el Fondo, en tanto, instó a Brasil a mantener el impulso de las medidas de austeridad fiscal ante la baja de los precios de sus materias primas de exportación. El FMI incluyó su sugerencia para Brasil en un reporte que detalló las perspectivas para América Latina que el organismo con sede en Washington había presentado el mes pasado. El informe dejó sin cambios las proyecciones económicas que el Fondo dio en esa oportunidad.
Desde Moody’s Investors Service señaló que “las acusaciones de corrupción que involucran al presidente de Brasil, Michel Temer, podrían presionar negativamente la nota de deuda soberana del país si las reformas clave para la recuperación de la economía quedan estancadas”.