El pago del Boden restaría sólo US$ 3.500 millones a las reservas

De repente, el pago más importante de deuda externa que tiene el Gobierno este año, unos US$ 6.500 millones que vencen en octubre, en realidad sólo generaría una salida de reservas por cerca de la mitad. El “pase de magia” tendría una explicación: hay unos US$ 3.000 millones de Boden 2015 que están en manos de organismos del Estado, según fuentes del Ministerio de Economía, y también según técnicos del sciolismo que siguen de cerca las cancelaciones oficiales por un motivo: eso definirá cuánto quedarán efectivamente de reservas si les llega tocar asumir el 10 de diciembre.

Ayer, el propio titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof, lo dio a entender por radio: “No todos los dólares se van a ir del país (tras el pago del Boden 2015), ya que buena parte de los propietarios están en la Argentina, y también hay en el sistema bancario 8 mil millones de tenedores argentinos, que son parte de las reservas”.
Colaboradores económicos del candidato oficialista Daniel Scioli, en tanto, estiman que el gobierno nacional pagará unos US$ 3.500 millones “reales” en octubre, cuando se enfrenten al mayor vencmiento de deuda del año, semanas antes de las elecciones generales. Es un dato relevante, porque de esa forma se asegurarían que, si les toca gobernar en caso de ganar los comicios, encontrarán en el Banco Central reservas por no menos de US$ 30 mil millones (ayer cerraron cerca de US$ 34.000 millones).
En La Plata asumen que hay unos US$ 3.000 millones que han ido comprando tanto el ente monetario como también la Anses. En Economía no confirman el número. Aunque se trata de un dato que en el mercado “se sospecha” y nadie tiene confirmado a ciencia cierta, es lo que dejan trascender quienes preparan el eventual desembarco sciolista en Gobierno.

Deudas y bonos. En la oposición resaltan que el grueso de esos US$ 30 mil millones no son “líquidos”, que se forman con préstamos de China y “pisando” pagos de importaciones. Según la Cámara de Importadores, el monto ya supera los US$ 8 mil millones, y junto con el stock de dividendos sin girar al exterior, configuran el “otro desafío” para el equipo de los Miguel Bein, Mario Blejer, Rafael Peralmiter y Silvina Batakis. En ese punto, parecería haber un consenso de que se puede pagar esa masa de dólares con un bono, y desactivar “el freno a la nueva inversión”, como lo definen cerca de Scioli.

Boden y después. La cancelación del Boden cerrará, quizás con un “gran acto de desendeudamiento” que acompañe el pago, un año muy cargado de vencimientos, por cerca de US· 14 mil millones. El 2016 está relativamente limpio de deuda (se estiman pagos por US$ 4 mil millones), y sólo 2017 presenta un escenario más complicado (US$ 10 mil millones). Para entonces, la expectativa es que haya vuelto el crédito internacional gracias a un arreglo con los fondos buitre, que bien podría llevar casi todo el 2016, según las nueva estimaciones de los operadores sciolistas: lo que antes era una expectativa de “arreglo en el primer trimestre”, ahora se estira a diez meses, y para el comienzo de gestión la hipótesis de máxima es mostrar “de inmediato” que se empezó a negociar “con todos” los acreedores.