El Senado convirtió en ley el Presupuesto nacional 2007, que prevé un crecimiento del PBI del orden de cuatro puntos, un dólar calculado en 3,13 pesos y una recaudación total de casi 170 mil millones de pesos. La aprobación se logró con 41 votos favorables y 22 votos en contra pertenecientes a los radicales y todos los bloques minoritarios.
La iniciativa recibió media sanción la semana anterior en la Cámara de Diputados, y el número del oficialismo en la Cámara alta logró que la norma sea convertida en ley, tras una prolongada sesión de cinco horas.
El kirchnerismo desarrolló una defensa de la política económica sobre la base del crecimiento que exhiben los indicadores macroreconómicos. En tanto, la oposición cuestionó centralmente la subestimación de recursos en el cálculo.
El desglose del proyecto de parte del oficialismo corrió por cuenta del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Jorge Capitanich, quien resaltó el manejo de pautas "prudentes y razonables" que plantea el Gobierno para el año próximo y destacó el aumento del volumen de reservas del Banco Central, que llegan a 31.000 millones de dólares.
El senador chaqueño puso de relieve durante su prolongada exposición, que estuvo ilustrada con filminas proyectadas en el recinto, que " el superávit fiscal primario desde 2002 en forma consecutiva está siempre en torno a tres puntos". También informó que se prevé que en 2007 el PBI crezca cuatro puntos; la inversión aumentará 7,2 por ciento; las exportaciones se incrementarán 7,8 por ciento, sobre un estimado de 45 mil millones de dólares para 2006 y las importaciones serán un 10,6 por ciento superiores al año que termina.
En otro orden, Capitanich reseñó el aumento del 13 por ciento que tendrá el haber mínimo jubilatorio, que llegará a 530 pesos, lo cual significa 4.100 millones de pesos más en el presupuesto.
Respecto de la ampliación de facultades para el jefe de Gabinete que aprobó el Congreso a instancias del oficialismo, el senador sostuvo que "son cuestiones relativas que no dañan la calidad institucional, sino que las profundizan". Sin embargo, en ese punto el presidente del bloque radical, Gerardo Morales, fundó el rechazo de su bancada, al adelantar que votarían en contra del presupuesto por las mayores atribuciones otorgadas para el manejo presupuestario al jefe de Gabinete, el mantenimiento de la emergencia económica y el "carácter falaz de las proyecciones" para 2007 del Poder Ejecutivo.
En cuanto a la supuesta subestimación de los recursos que vienen conteniendo los últimos presupuestos, Morales calculó que en el de 2007 hay "alrededor de 15 mil millones de subestimación de ingresos tributarios". De ese modo, el senador jujeño abrió el debate de lo que fueron los dos temas más criticados de la iniciativa: la supuesta discrecionalidad que le cede al Gobierno en el manejo presupuestario y la tímida estimación de crecimiento económico, en contraste con los diagnósticos que indican que estará alrededor del 7 u 8 por ciento.
" Esto no es un presupuesto sino que es un planilla de excel", ironizó el radical disidente Rodolfo Terragno.
El representante del Partido Renovador de Salta, Ricardo Gómez Diez, calificó el proyecto como "un cheque en blanco al jefe de Gabinete que podrá cambiar el presupuesto con absoluta discrecionalidad".
El senador socialista Rubén Giustiniani sostuvo a su turno que si bien "la torta se ha ampliado, el país es más rico, hay más dinero, de lo que se trata es de analizar en este presupuesto cómo es el nivel de gasto, el nivel de recaudación y cómo es su perfil en cada caso".
Los justicialistas salteños Marcelo López Arias y Sonia Escudero fueron los únicos dentro del oficialismo que deslizaron algunas críticas al proyecto. "Con la actual estructura de precios, el régimen federal se va transformando de un régimen de transferencia automática de fondos a un régimen de transferencia condicionada", cuestionó López Arias.