Desde Mar del Plata
Por algo la Argentina tiene récord de psicólogos. Hace dos años que para los empresarios que esperan cambios en la economía con otro gobierno, todo es pura expectativa. Sin embargo, en la última edición del Coloquio de IDEA que reunió hasta el viernes a representantes de empresas por el 50% del PBI surgió otra inquietud: cualquiera sea, el nuevo equipo económico deberá actuar rápido, porque sin dólares, con crecimiento casi nulo y sin corrección de empleo, la “luna de miel” puede ser muy corta.
“Hasta cuándo dura esa expectativa es la gran pregunta”, sintetiza Isela Costantini, CEO de General Motors y uno de los referentes del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino, que tuvo su tradicional encuentro costero. “La incógnita es cuál puede ser la señal de que las expectativas se cumplieron”, agrega la empresaria automotriz que sufre por el derrumbe de Brasil (no espera que cambie en 2016), y que no puede vender más en el mercado interno porque no le dan más dólares para importar piezas.
“Hacen falta anuncios en los primeros días de gobierno o incluso antes, porque las reservas están en una situación crítica”, apunta Claudio Cesario, de la Asociación de Bancos de la Argentina, que nuclea entidades de capital extranjero. “En algún momento tenés que cumplir las expectativas, porque si no, lo que hay es decepción, ahora cuándo se produce eso, no lo sé”, apunta Ignacio Stegmann, CEO de la empresa estadounidense 3M y presidente de IDEA.
“No puede haber demora, porque los famosos cien días para un gobierno, esta vez quizás son sesenta”, asegura por su parte Adrián Kaufmann, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). “Hay cuestiones que requieren resolverse cuanto antes, porque hay una gran caída de las exportaciones y no se genera empleo privado hace cuatro años”, explica. “Cualquier gobierno va a tener la ventaja de las expectativas de una nueva administración, y por eso debe aprovechar el envión inicial”, apunta Juan Vaquer, titular de la Cámara Argentino Estadounidense (Amcham).
Palabras tabú. La especulación respecto de un “siga-siga” de los trazos gruesos de la política del kirchnerismo emerge de las encuestas que lo dan al gobernador bonaerense cerca de ganar en primera vuelta y de las tensiones que pueda tener con su base electoral a la hora de realizar ajustes. “Rechazó una megadevaluación, no una devaluación”, lo interpretaban en una de las mesas al gobernador, la noche de la apertura en Mar del Plata. La confirmación de que Silvina Batakis comandará Economía no despejó esas dudas.
“Hay temor a la palabra shock, y a la palabra devaluación, pero van a tener que hacer cambios”, añade Kaufmann. En distintos sectores, sólo se atienen a mostrar que están perdiendo competitividad en forma acelerada. En Softek, un gigante mexicano del software, detectan según su jefe regional Javier Porretti, que los costos laborales en dólares subieron más de 50% en los últimos cuatro años. En Techint, circulan reportes con los costos salariales de la siderurgia: US$ 22 por hora en la Argentina, US$ 12 en Brasil y US$ 9 en México.