La intermediación es uno de los grandes “cucos” del sector agropecuario, sobre todo cuando de productores minifundistas se trata. Justamente, para la verdura y la fruta en fresco, la posibilidad de vender en forma directa genera mejoras evidentes en el negocio, y termina siendo una alternativa ganar-ganar, en la que ambas partes se benefician. En los últimos años comprar en las ferias de agricultores familiares, los alimentos frescos cuestan entre un 20% y un 77% menos que en los supermercados. Así lo confirmó un estudio realizado por el INTA y la Secretaría de Agricultura Familiar, perteneciente al Ministerio de Agricultura de la Nación, que evaluó precios en veinte localidades del país.
“Una de las problemáticas más frecuentes para el agricultor familiar está relacionada con la comercialización de sus productos y los bajos precios que obtienen”, dijo María Celia Vittar, investigadora del instituto. El caso de la comercialización de la lechuga crespa en San Salvador de Jujuy es un buen ejemplo. Allí, la jaula de 18 kilogramos, en la semana del relevamiento, se pagó $ 15 al productor. Según los resultados preliminares, este precio se incrementó hasta más de 3 mil% con respecto al valor pagado en la finca al productor.
Marcelo Echenique, investigador del INTA Región NOA, aseguró: “La diferencia entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el productor es profunda. La información obtenida en este trabajo sirve para visibilizar esta realidad y reflexionar con datos certeros sobre la dinámica del mercado”.
Según el relevamiento, en las cinco macro regiones argentinas –NEA, NOA, Cuyo, Patagonia y Pampeana–, los precios analizados de frutas y verduras son más bajos y convenientes en las ferias que en el resto de las bocas de venta.
“Los precios más altos se encontraron en los supermercados y, en menor medida, en los mercados de proximidad o autoservicios”, señaló
Sergio Dumrauf, coordinador del Proyecto Mercado y Estrategias Comerciales del INTA e investigador del Instituto de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar (IPAF) de la Región Pampeana.
Oscar Mathot, director de Ferias Francas e Intercambios Regionales de la Secretaría de Agricultura Familiar, detalló: “La remolacha resultó un 77% más cara, la espinaca un 65%, la acelga un 59%, el zapallito un 56%, la cebolla de verdeo 48%, la lechuga un 38%, el morrón 27%, el tomate 26%, y la zanahoria un 13%”.
En las 510 ferias del país pueden verse frutas, verduras, hortalizas, derivados lácteos, dulces, panificados y un centenar de productos alimenticios, con la particularidad de que son ofrecidos a la venta por las mismas personas que los produjeron.
Para el técnico del INTA, “estas experiencias facilitan la comercialización de los productos de la agricultura familiar a un precio justo para el productor”. Aún así, problemas como la circulación, distribución y comercialización, condicionan el avance del sector. “Por esto buscamos poner en valor el potencial que tienen estas experiencias alternativas de comercialización”, dijo Dumrauf.
El presidente del INTA, Francisco Anglesio concluyó: “Este estudio permite diseñar políticas activas desde organismos del Estado tanto en investigación como desarrollo, en apoyo al sector productivo y al conjunto de la sociedad”.
Francas y familiares
Este trabajo lo implementó la Dirección de Ferias Francas e Intercambios Regionales de la Secretaría de Agricultura Familiar y del Centro de Investigación para la Agricultura Familiar y el Proyecto Mercados y estrategias comerciales del INTA. Fueron relevadas 20 localidades: 12 en la región Centro, dos en Cuyo, tres en el NEA, dos en el NOA y una en la Patagonia. Se analizaron el precio de venta, la calidad y procedencia de frutas y verduras en las bocas de expendio más usuales para los consumidores: verdulerías, mercados de proximidad y supermercados.
Se eligieron diez verduras y frutas comunes a todo el país y otros productos específicos para cada macro región. “Se estableció el relevamiento entre la segunda y tercera semana del mes, en todas las localidades”, indicó Oscar Mathot, director de Ferias Francas e Intercambios Regionales.
El estudio incluyó entrevistas a emprendedores independientes y a organizaciones de agricultores sobre los precios que obtuvieron por los productos. Sistematizaron y analizaron la información, lo que permitió definir los porcentajes diferenciales de aumento de precio entre el productor en la puerta de la finca y los distintos actores de la comercialización.
Las mayores variaciones de precios se registraron en remolacha, espinaca, acelga, zapallito, verdeo, lechuga, morrón, tomate y zanahoria. En el futuro, serán incluidos papa y cebolla.