La paz cambiaria que mostraron los dólares paralelos en noviembre continuará en diciembre, según predicen los analistas, debido a que es un mes donde hay alta demanda de pesos por parte de empresas y de la gente para cubrir gastos típicos como pago de aguinaldos, vacaciones, compras por las fiestas de fin de año.
Sin embargo, los economistas auguran un verano “desafiante” para el Banco Central en materia cambiaria por el combo de emisión monetaria -calculan que en diciembre rondará entre $ 300 mil y $ 400 mil millones para financiar el déficit fiscal- sumado a la escasez de reservas, brecha cambiaria elevada, y aceleración inflacionaria.
En ese contexto, vislumbran que el mayor reto será “desde mediados de enero” cuando suele empezar a caer la demanda de dinero, y en un escenario de excedente de pesos reaparecerán las presiones sobre el tipo de cambio
Según su visión, la disyuntiva estará entre aumentar más fuerte la tasa de interés para fomentar el ahorro en pesos y desalentar la dolarización, pero que tiene un impacto sobre la actividad y el costo del crédito para empresas y familias.
Desborde monetario. Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, dijo a PERFIL que “diciembre se puede pasar con esta relativa calma, el desafío queda para principios de enero que es cuando la demanda de dinero baja, y te quedan los pesos en la calle dando vueltas y hay que hacer un esfuerzo para sacarlos del mercado”.
“Con escasas reservas, esta vez me parece que va a ser más difícil pasar el verano hasta que lleguen los dólares de la cosecha gruesa en marzo”, auguró.
En Delphos Investment coinciden en que “diciembre parece garantizado como un mes tranquilo, mientras que las dudas para enero 2021 aparecen dado que se requerirá de un fuerte apretón monetario para contener los pesos que sobrarán en la economía”.
En sintonía, un informe de GMA Capital considera que “de no mediar noticias favorables relacionadas a un acuerdo con el FMI y el esbozo de un plan económico avalado por todo el arco político, el exceso de pesos podría recalentar nuevamente los tipos de cambio libres en los albores de 2021”.
Fernando Baer, de Quantum Finanzas coincidió que “esta calma puede aguantar diciembre a expensas de perder reservas” pero previno que “después de la segunda quincena de enero puede haber más presión sobre el tipo de cambio, porque hay un tema de oferta de dólares que no tenes, y cae la demanda de dinero”.
“Algo van a tener que hacer con la política monetaria y cambiaria, además si avanzan las negociaciones con el FMI, en algún momento el organismo le va a decir que tiene que dejar de perder reservas y que no hay manera de estabilizar con esta brecha cambiaria superior al 80%, y ahí o devaluas el dólar oficial y generas oferta, o subis fuerte las tasas, o una combinación de ambas”.
Ante este panorama, Matías Rajnerman, de Ecolatina, sostuvo que “devaluar sería una muy mala salida porque acelera la inflación y agrava la caída del nivel de actividad pero a la vez no hay reservas entonces es difícil defender la paridad del tipo de cambio”.
Brecha. El dólar blue cerró ayer a $ 150, una baja semanal de $ 5. Así, la brecha en una semana se redujo de 92,4% a 83,7% con el mayorista oficial que terminó en $ 81,65 un alza semanal de 58 centavos. Es la más baja desde el 15 de septiembre, cuando se anunció el endurecimiento del cepo. En plena tensión cambiaria en octubre la brecha tocó 150%. Por su parte, el dólar minorista para la venta cerró en $ 87,16, un incremento semanal de 55 centavos, y el dólar ahorro en $ 143,81. En cuanto a las divisas financieras, por segunda jornada seguida, el dólar MEP quedó por abajo del dólar ahorro, al finalizar en $ 142,05, y el Contado con Liquidación terminó a $ 144,90.
Caída de las reservas
El stock de reservas brutas se ubicó ayer en US$ 38.661 millones lo que implica una suba diaria de US$10 millones, pero una caída en la última semana de US$44 millones. De este manera, el nivel de reservas brutas acumula una baja de US$ 3.834 millones desde el endurecimiento del cepo cambiario anunciado a mediados de septiembre, y una sangría de US$ 6.187 millones en lo que va del año. Pero los analistas miran las netas, es decir la de libre disponibilidad. Según estimó Fernando Marull, de FMyA, las reservas netas se ubican en torno a US$ 3.600 millones. En cambio, Fernando Baer, indicó que si se descuenta el oro, y otros conceptos -lo que algunos definen como reservas líquidas- ya están “en terreno negativo”. Según calculó, entre US$2.000 y US$ 2.500 millones. Pese a la calma cambiaria de noviembre, y el cepo recargado, el drenaje de reservas continuó ese mes, que finalizó con una pérdida de 1.204 millones.