El Ministerio de Economía negocia la contratación de la compañía israelí Black Cube para que investigue si la empresa Elliot Management, dueña del fondo buitre NML Capital, compró seguros contra default (CDS, por sus siglas en inglés) en los días previos a la cesación de pagos de la Argentina (para ganar dinero si esto ocurría) en cumplimiento de la sentencia del juez Thomas Griesa, en la causa en la que es una de las demandantes y en la que maneja información privilegiada, según lo revelaron el diario israelí Haaretz y el portal argentino plazademayo.com.
Tanto el Palacio de Hacienda como la firma israelí se negaron a hacer comentarios al respecto cuando fueron consultados por PERFIL. Sin embargo, la posibilidad de que el Gobierno esté recurriendo a esta herramienta no es descabellada ya que el propio Axel Kicillof había anticipado que sería parte de su estrategia a seguir tras su regreso de Nueva York a fines de julio.
El funcionario le solicitó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) el 1° de agosto que investigara “si este juicio no es en realidad la fachada de una maniobra especulativa en favor de los fondos buitre, que pretende que ganen por los bonos en default que compraron a precio vil”. “La CNV solicitará a la Comisión de Valores de Estados Unidos información precisa sobre las transacciones con esos títulos, para investigar si los propios fondos buitre, por sí, o a través de terceros, obtuvieron ingentes beneficios al no alcanzar un acuerdo”, resaltó.
Black Cube se especializa en este tipo de trabajos. Fundada en 2010 por Avi Yanus y el ex agente inteligencia israelí Daniel Zorella, ofrece como uno de sus servicios principales el “involucramiento activo en los esfuerzos” de sus clientes para establecer “el fundamento probatorio de sus casos”. “La recopilación de pruebas también incluye la identificación y localización de testigos potenciales, y la asistencia en la evaluación de la solidez de las pruebas de los adversarios y estructura de activos”, detalla en su portal.
Las negociaciones se llevaron a cabo entre Yanus y miembros de la delegación argentina que viajó a reunirse con el mediador Daniel Pollack en Nueva York, pero hasta el momento no han llegado a ningún acuerdo.
Antecedentes. Black Cube ya ha trabajado en un caso vinculado tangencialmente con la Argentina con anterioridad, cuando fue contratada por el presidente del conglomerado israelí IDB, Nochi Danker, para tratar de ensuciar a los empresarios Moti Ben-Moshé y Eduardo Elsztain, titular de IRSA, quienes tomaron el control de su compañía para salvarla de la bancarrota.
Pero Danker se resistía a dejar su cargo y recurrió a la Justicia de Tel Aviv, que investigó a ambos y no encontró ninguna evidencia en su contra para que la operación fuera cancelada, por lo que de poco le sirvió el trabajo de inteligencia que habían realizado Yanus y Zorella.
Incluso, Ben Moshé terminó acusando Black Cube de “falsificación de evidencia y de presentar una declaración jurada falsa”, según destaca el periódico Haaretz, de la capital israelí.