Gustavo Grobocopatel, presidente de la firma agrícola Los Grobo, aprovechó su discurso en el Foro de Negocios que se desarrolla en paralelo a la 11 Cumbre de la Organización Mundial de Comercio para mandar un mensaje. Mientras en Cancillería se multiplican las reuniones para negociar un acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, subrayó: "Necesitamos que avancen las negociaciones, y que se reduzcan los subsidios agrícolas". Hablaba de un tema sensible: la protección que el bloque europeo le brinda a sus productores a través de subvenciones, mientras pretende que se eliminen barreras comerciales en otras partes del mundo.
El referente del agro argentino, conocido hasta hace un tiempo como el "rey de la soja" por las tierras que supo acumular en la Argentina, habló en momentos en los que el gobierno de Mauricio Macri, en línea con sus pares del Mercosur, aceleran para anunciar al menos un acuerdo marco de libre comercio con los 27 países europeos. Se trataría de un convenio de aplicación gradual, que abarcaría la desgravación de entre el 80 y el 90% de bienes que se intercambian.
El punto en cuestión es que la producción agricola es el fuerte de Argentina y Brasil para competir afuera y al mismo tiempo es el sector que más protegen los gobiernos del Viejo Continente. Por eso, el mensaje de Grobocopatel, que ve con buenos ojos la agenda general del gobierno, es relevante.
"El comercio une a los países, es progreso y contribuye a la paz", se entusiasmó Grobocopatel, en un discurso breve pero que además marcó el sendero futuro que imagina para el campo: más tecnología en los cultivos, "uberización del transporte de cargas" e incluso robots. "Vamos a ver campos con robots que harán las tareas menos deseadas, y en un futuro el robot será el mejor amigo del hombre", aventuró.
Por último, Grobocopatel se tornó casi místico y completó: "Los agricultores de todo el mundo deben saber que la Argentina los está esperando para una revolución verde; la facilitación del comercio es el camino a la felicidad de todos".
Más tarde, y tras exponer en un panel sobre el futuro del comercio agrícola y la seguridad alimentaria, Luis Pagani, presidente de la alimenticia Arcor, que factura más unos 3000 millones de dólares, apuntó: "El mundo está trabajando para una disminución global de aranceles, y los gobiernos irán trabajando para que los sectores sensibles tengan mayor tiempo de adaptación".
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