Guillermo Moreno se permitió en la tercera Mesa del Petróleo, realizada el martes en el edificio de Diagonal Sur, una disquisición sobre la rentabilidad empresarial. “Sobre el capital total empleado, entendido como el patrimonio neto más las deudas financieras, ¿la rentabilidad tendría que ser 5%, 7% o 9%?”, preguntó el secretario de Comercio Interior a un auditorio de casi 100 directivos de compañías productoras de hidrocarburos, refinadoras y fabricantes de insumos petroleros. “Con 5% estarían justitos”, agregó para animar a sus interlocutores, que permanecían en silencio.
La convocatoria –a cargo de Ider Peretti, titular de la Confederación General Económica, y hombre de estrecha confianza de Moreno– giró en torno a dos ejes, uno de carácter comercial y el otro estrictamente coyuntural. En primer término, el secretario ofició casi como celestino entre productores y fabricantes locales de insumos y servicios con la consigna de facilitar la sustitución de importaciones. Esta vez no hubo medialunas para amenizar el convite, como sucedió en la edición de abril. Pero el objetivo fue el mismo: concretar rondas de negocios entre empresas de exploración y producción como YPF, Chevron, Sinopec, Tecpetrol y Pluspetrol, y de refinación –YPF, Shell, Axion, Petrobras y Oil– con proveedores nacionales. La iniciativa se trasladó hasta la Expo Industria Berazategui, inaugurada en la semana por la presidenta Cristina Kirchner. Cumplido el protocolo comercial, Moreno retomó el perfil disciplinador en pleno regreso tras la derrota en las elecciones primarias. Así, cargó contra el sector por el aumento exponencial de las Declaraciones Juradas Anticipada de Importación (DJAI), que se triplicaron en el último año. Pasaron de 4 mil pedidos diarios a mediados de 2012 a orillar las 14 mil en la actualidad. “Hay muchos que se quieren pasar de pícaros”, fustigó el titular de Comercio Interior, que acusó a los empresarios de querer adelantar stock para ganarle a la devaluación cambiaria.
Desde la industria deslizan otra visión. La actividad petrolera, sostienen, creció con fuerza en los últimos 12 meses -la cantidad de equipos de perforación en operación se elevó un 40% desde mayo de 2012-, por lo que las empresas demandan más repuestos e insumos importados. Los proveedores petroleros incluso advierten que tienen equipos y productos frenados en Aduana porque no reciben el aval de Comercio Interior. La demora va en contra de los deseos de Miguel Galuccio, presidente de YPF, que motorizó en julio la publicación del Decreto 927 firmado por la Presidenta, que reduce la carga impositiva de maquinaria petrolera importada, a fin de dinamizar su ingreso al país.
A Moreno esa situación pareció no importarle. Aunque antes de anunciar que la próxima mesa se realizará en marzo de 2014 jugó al misterio. “Si me encuentran”, se despidió.