El índice de precios al consumidor en marzo llegó al 0,8 por ciento derribando todos los pronósticos que llegaron a presagiar un piso de 1 por ciento hasta 1,3 por ciento de suba de precios.
El alza del IPC del mes pasado fue inferior a lo esperado, que según los analistas se debe a los cambios en la metodología de medición del índice.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) adelantó sorpresivamente el indicador que muestra un incremento en lo que va de 2007 del 2,2 por ciento contra el 2,9 por ciento en igual período del 2006. El anuncio oficial se espera para el próximo lunes, por la cantidad de feriados en esta semana.
En marzo impactaron estacionalmente la suba de precios de los artículos escolares, por el inicio de las clases, y los de la indumentaria por el cambio de estación, entre otros factores.
Sorpresa. Hasta los economistas del Banco Central que colaboran en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) se asombraron con el dato. Habían pronosticado una inflación mínima para marzo de 1 por ciento, corrigiendo estimaciones anteriores.
La versión oficial auguraba entre 1,3 por ciento y 1,4 por ciento con la nueva metodología, destacando que si se utilizaba la técnica anterior a la intervención del Gobierno en el instituto, los precios habría subido 1,7 por ciento.
En el Ministerio de Economía calculaban a la tercera semana de medición que el rango sería de0,8 por ciento a 1 por ciento, lejos del 0,5% que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, anhelaba.
Un sondeo de la agencia Reuters entre 17 analistas locales y extranjeros arrojó que el resultado final de marzo iba a ser de 0,9 por ciento por aumentos en educación y alimentos.
Solo una estimación extraoficial del INDEC coincidía con la de algunos economistas privados que estimaron que la inflación de marzo tendría un piso del 0,6 por ciento y un techo del 1 por ciento.
Fuera de toda especulación y pronóstico, esta cifra se ubica por debajo del 1,2 por ciento de marzo del año pasado. Una vez más el pesimismo oficial sobre las cifras trae calma al Gobierno con un saldo pasivito.