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Antes de que los enviados del Gobierno retomaran las discusiones ayer por la mañana, el ministro de Economía aprovechó un foro regional para volver a cargar las tintas contra el juez Thomas Griesa, que falló a favor del fondo NML Elliott y no concede una cautelar, y relativizó el ingreso del país en un default técnico después del 30 de julio.
“El proceso de diálogo entablado con el mediador continuará en los próximos días”, informó el Ministerio de Economía a través de un escueto comunicado de prensa que distribuyó luego de la nueva reunión de una hora que mantuvieron los enviados argentinos hoy en Nueva York.
“El 30 no vamos a tener ningún problema”, porque “hay un bloqueo que funciona como elemento extorsivo”, subrayó el funcionario. El kirchnerismo en pleno, de hecho, ha salido a desdramatizar y relativizar el eventual costo de una cesación de pagos, que ahora sólo depende de un arreglo de último momento.
Por su parte, el ministro Axel Kicillof enfatizó que el fallo del juez Thomas Griesa es “insólito e incumplible” y añadió que el país se enfrenta a una “extorsión judicial” que lo que busca es “tirar abajo la reestructuración de la deuda”.
Kicillof formuló estas declaraciones, de similar tenor a las que expresó en la ONU y en la OEA al participar en un encuentro de ministros de Economía de la Unasur y del Banco del Sur, que se realizó en el Palacio San Martín de esta ciudad.
Más allá del controvertido escenario, Kicillof reiteró que la Argentina “va a seguir cumpliendo con todas sus obligaciones”, pese a que “hay un bloqueo del cobro (para los bonistas que entraron en el canje) que está funcionando como un instrumento extorsivo para el país”.
“No vamos a aceptar extorsiones”, afirmó Kicillof, quien consideró que las negociaciones son “un rompecabezas” y un “trabalenguas”, como consecuencia de la interpretación que el magistrado hizo de la cláusula “pari passu”.
Sobre Griesa, señaló que tuvo un fallo “inédito, insólito e incomprensible” además de “incumplible” y expresó que “nadie quiere festejar, ni festeja un default”, aunque no aclaró que esa sentencia fue ratificada luego por un tribunal superior, mientras que la Corte Suprema de los Estados Unidos consideró que no merecía ser revisada, según se pronunció el 16 de junio pasado, cuando se aceleró esta fase de crisis de deuda.