El mercado ejecutivo en la Argentina parece estar en su piso: los salarios o “compensaciones” que las empresas pagan a sus directivos de mayor jerarquía apenas representan la mitad de lo que les pagarían, por ejemplo, en Brasil, por ocupar una posición similar. De hecho, la Argentina es el país con las menores retribuciones relativas de la región, incluso por debajo de Venezuela.
Sobre una base de 100 (referida a Brasil), la relación es de 55 en el primer caso y 65 en el segundo, según un ranking del grupo Agilium Worldwide, una organización global de búsquedas ejecutivas. En esa escala, México se ubica un escalón arriba, con un ratio de 67, seguido por Colombia (78), Perú (79) y Chile (86).
Estos últimos países, “pudieron revertir muy bien los efectos de la última crisis financiera internacional (en 2008) y convertirse en economías muy dinámicas, y por ende, muy demandantes de mandos ejecutivos”, explica Xavier de Zamacona, chairman de Agilium Worldwide. “En cuanto a Brasil, a pesar de que este año va a crecer un poco menos, es una potencia mundial”, agrega. Ahora bien, allí la mayoría de los salarios es más alta que en los demás países de la región, “pero no necesariamente significa que tengan mejores retribuciones, ya que tienen también un alto costo de vida”.
Más allá de las distorsiones cambiarias que impiden calcular con precisión a cuántos dólares equivalen los pesos que cobran los ejecutivos locales, la realidad es que la demanda de nuevos perfiles está en declive. Según el Indice de Demanda Ejecutiva (IDE) que elabora el portal RH, ésta cayo 18% en el primer trimestre de 2013, en comparación con el mismo período de 2012.
Sólo en marzo pasado hubo una disminución de 13% en la búsqueda de ejecutivos en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que actualmente ubica al IDE 11% debajo del promedio de todo 2012. Además, “el nivel de demanda de ejecutivos del primer trimestre de este año es el 7% más bajo que el mínimo registrado en igual periodo del año 2002 y sólo el 1,5% superior al mínimo registro trimestral, en la crisis global del año 2009”, destacaron.
La evolución en la demanda de ejecutivos se verifica en un contexto de caída de inversión del 5% en 2012, agregada a una disminución en la actividad industrial y de la construcción del 2,2% y del 0,5% interanual, respectivamente, en el primer bimestre de 2013.
Esto se refleja en que “no hay buen clima para los negocios”. “Sin nuevos proyectos de envergadura, sólo nos movemos con reemplazos”, afirma Cristina Bomchil, presidenta de Valuar, reclutadora local asociada a la red Agilium.
Para Bomchil, el problema de no poder ahorrar asusta a los ejecutivos. “Hoy el que tiene una oportunidad (de trabajo en el exterior) la toma”. “Antes era mucho más difícil sacar a un ejecutivo del país, pero hoy es mucha la diferencia”, sentencia.