Luego de meses de tranquilidad, la fuga de capitales -expresión coloquial para llamar a la formación neta de activos externos por parte del sector privado no financiero- se habría vuelto a acelerar y en abril podría haber llegado a los US$ 1.800 millones. De confirmarse, la fugar sería récord y superaría a la registrada en la crisis de 2009.
Aunque aún no se conocen las cifras oficiales, que difundirá el Banco Central esta semana, las consultoras privadas coinciden en que la salida de capitales que esperaban que se acentuara en el segundo semestre del año por las elecciones se anticipó y que en el primer trimestre se habría ubicado entre US$ 2.500 y US$ 3.000 millones, es decir, levemente por encima de los 2.400 millones del cuarto trimestre de 2010.