La respuesta del Gobierno al campo desde el comienzo de la medida de fuerza contra las retenciones fue contundente y no se ha modificado a lo largo de los trece días de protestas, piquetes y tensión a lo largo de todo el país: no habrá negociación mientras continúe el paro. Sin embargo, y desde la oscuridad para no contradecir la postura oficial, tres gobernadores K comenzaron a buscar la forma de acercar posiciones y culminar con un conflicto que ya trajo fuertes consecuencias en sus provincias.
Muy diferente fue la reacción del secretario general del Sindicato de Camioneros y jefe de la CGT, Hugo Moyano, quien busca entre los sindicalistas aliados que junto a su gremio arremetan con todas las fuerzas contra los productores rurales en una encendida defensa de las políticas económicas impuestas por la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
Según consignó el diario Clarín, el cordobés Juan Schiaretti, el entrerriano Sergio Urribarri y el chaqueño Jorge Capitanich, a pesar de negarlo, comenzaron a realizar gestiones con el fin de alcanzar una salida, como podría ser una conciliación obligatoria. El chaqueño le informó a uno de los líderes del paro de su provincia que estaba "realizando gestiones", mientras que Schiaretti llamó "a iniciar en forma inmediata un diálogo sin condicionamientos"
En Entre Ríos, en donde la jornada de ayer se vivió con especial tensión por el cruce de los ruralistas con los camioneros de Moyano y la posterior represión de la Gendarmería, se habló de una tregua de 90 días, en la que el campo levante la protesta y el Gobierno de marcha atrás en la decisión de aumentar las retenciones.
Moyano arma su frente. Moyano se comunicó ayer con varios dirigentes de gremios aliados relacionados con el agro y les pidió que se manifiesten en contra del paro. Muchos de ellos, como los relacionados con la industria de la carne y el titular de las 62 Organizaciones Peronistas y jefe de la Unión de Trabajadores Rurales y la Estiba, no tienen hasta ahora intención de oponerse a la actividad de la cual dependen, informó La Nación.
Frente a ese panorama, el líder de la CGT convocaría para hoy una reunión para lograr el apoyo de las asociaciones aliadas y para que su reacción no sea una acción aislada de los camioneros sino que manifieste un consenso de la central obrera, objetivo que será difícil de lograr porque los gremios que representan a los trabajadores agropecuarios se mostraron más a favor de la protesta rural que de las medidas tomadas por el Gobierno.