El Gobierno buscará reactivar la construcción con un plan para generar 100 mil viviendas y un acuerdo con los gremios y empresarios que anunciará el presidente Mauricio Macri mañana, para fijar una agenda positiva en la semana del primer paro general contra su Gobierno. Así, Cambiemos apunta a generar un rebote en la actividad clave para el año electoral, en un intento por captar el “voto ladrillo”. En términos de empleo, se prevé recuperar los 60 mil puestos de trabajo perdidos en los últimos años y generar otro tanto, hasta llegar a 100 mil trabajadores e inyectar fondos al consumo.
El plan tiene como meta las 100 mil viviendas en el primer año y apunta a convertirse en una oferta intermedia entre Procrear y los créditos hipotecarios tradicionales, para un segmento de “clase media media”, con ingresos de hasta ocho salarios mínimos, alrededor de unos $ 64 mil anuales.
El número de viviendas fue definido por los privados, que incluyen a desarrolladores urbanos, la Cámara Argentina de la Construcción y la Cámara de Empresarios de la Vivienda. Los constructores prometen invertir $ 150 mil millones e incorporar unos 100 mil trabajadores. La teoría del Gobierno sostiene, además, que con menos impuestos y más volumen de negocios puede bajar el precio de los inmuebles en 10%.
Por el lado de los gremios, en la firma estarán el secretario de la Unión obrera de la Construcción, Gerardo Martínez, y el titular de Trabajadores de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.
En la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia hubo un compromiso para bajar la alícuota de Ingresos Brutos (de un 7% al 1,5%, en línea con lo anunciado para los créditos hipotecarios de los bancos oficiales), lo que permitiría bajar 15% el costo de la cuota, según los cálculos del Ejecutivo Nacional. La baja de ingresos brutos debe ser aprobada por las legislaturas porteña y bonaerense, pero la estimación es que no habrá oposición por el costo político que implica negarse a una medida que podría reducir un déficit habitacional de 3,8 millones de viviendas.
“Hay que construir 1,3 millones de viviendas”, reconocen sobre el plan que arranca con la décima parte. En la ciudad de Buenos Aires, el 35% de las familias vive en una vivienda alquilada y el 15%, según los datos de la Secretaría de Obra Pública y Vivienda, están “bajo tenencia irregular”.
Con bancos. Para poder construir o comprar, el plan también suma a los bancos. “Los hipotecarios van a ser la marca de este Gobierno”, sostienen en la Rosada. Así, mañana en la foto también estarán los representantes de la Asociación de Bancos Privados nacionales (Adeba) y los de capital extranjero (ABA), a los que les dan, a cambio, la posibilidad de “securitizar” las hipotecas –armar un paquete y ofrecérselas a inversores–, el mecanismo que disparó la crisis “subprime” en Estados Unidos y la de las hipotecas en España porque esos paquetes estaban llenos de “bonos basura” y no había requisitos para otorgar las hipotecas. “Estamos muy lejos de una crisis. El crédito hipotecario es sólo el 0,6% del PBI y tenemos requisitos reales para acceder al préstamo”, aseguran en el Gobierno. Sobre la base del crecimiento de los hipotecarios en los últimos meses, la meta del Gobierno es llegar a los 10 mil préstamos en los próximos 12 meses. “Queremos que haya 120 mil familias al año con cuotas parecidas a un alquiler”, explican. El Acuerdo para la Reactivación de la Construcción puertas adentro es un “Vaca Muerta de los ladrillos” y las negociaciones llevaron cuatro meses pero se eligió presentarlo antes del paro. Después del acuerdo por el petróleo no convencional y el plan “un millón” para los autos, llegó el turno de la construcción.
Los acuerdos, sostienen, hay que cerrarlos cuando los sectores están mal, porque hay mayor predisposición al cambio. “¿Cuándo lo vas a hacer, si no?”, analizan en Casa Rosada.n