Después del bullicio que ocasionó su nuevo acercamiento al ex presidente Néstor Kirchner, Roberto Lavagna decidió evitar la exposición mediática durante la disputa que el Gobierno mantuvo con los productores agropecuarios. Sin embargo, a tres meses del enfrentamiento por las retenciones, el ex ministró afirmó que el conflicto "ha tapado muchas cosas".
Invitado por el Foro Regional Rosario y la Fundación Apertura para disertar en la Federación Gremial del Comercio y la Industria, Lavagna dijo que tanto la inflación como la escasa inversión fueron temas que no se discutieron durante estos tres meses.
El ex ministro de Economía advirtió que la suba de precios es el problema más urgente que debe corregir el Gobierno. "De lo contrario va a incidir en el crecimiento, y va a enfriar (por sí mismo) la economía", aseguró.
Lavagna, que descree en las mediciones oficiales, avaló estudios "serios" que sostienen que el índice de inflación se encuentra entre un "25 y un 29 por ciento" anual.
Sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo, indicó que "se inició una nueva etapa, luego de que ambas partes pidieran disculpas, y de que el Ejecutivo anunciara distintas medidas. Entre ellas, la baja del tope de las retenciones, la diferenciación para los pequeños productores y el destino de los fondos para obras de infraestructura.
No obstante, opinó que "la gran duda es si todo esto se va a ejecutar realmente". En ese sentido, Lavagna ató la salida del conflicto a la puesta en práctica de las medidas. "Uno podría dar un paso más, para los pequeños productores que las retenciones sean de 35% y el resto que se compute como pago de ganancias", sugirió el economista durante su visita a Rosario, según La Capital.
Sin embargo, Lavagna reconoció que todavía se está a tiempo para enfrentar la situación. Criticó aspectos de la actual gestión y también marcó los desaciertos de la dirigencia empresarial, sindical y académica, por "una actitud cortesana y condescendiente con el poder (...) Ahora el campo se levantó, pero llegaron un año tarde", disparó Lavagna ante un nutrido auditorio que escuchaba atentamente su análisis.