“Sí, se puede / Sí, se puede”, vitoreó el palco oficial hacia el final del discurso de Mauricio Macri, como si la inauguración de la Exposición Rural en Palermo fuese el búnker de Cambiemos.
A dos semanas de las elecciones primarias, el mandatario no podría haber pedido un escenario más favorable. Y no es para menos. “El campo” como un todo, aunque tiene realidades distintas, es el sector de mayor crecimiento en lo que va del año. En el primer semestre del año, la actividad en el sector creció 7,7%, según los datos de Orlando J. Ferreres, y se coronó como el área de mayor crecimiento de la economía.
En su discurso, Macri aclaró que aún con “18 provincias con emergencia agropecuaria”, desde el sector llegaron “buenas noticias”: un récord de cosecha de trigo (18 millones de toneladas, un 63% más que la temporada anterior) y lo mismo en el caso del maíz (49 millones de toneladas, 20% más que en 2016), para llegar a un total de 137 millones de toneladas.
Pese a esos buenos resultados, recién en las últimas semanas, con el recalentamiento del dólar (que el viernes llegó a $ 18) se activó la liquidación de divisas. Hasta junio, el promedio de liquidación era de US$ 300 millones semanales, mientras que en las últimas semanas, se aceleró a más de US$ 500 en promedio, con picos de hasta US$ 660 millones.
En un discurso sin sobresaltos, el Presidente hizo foco en el “derrame” a otras actividades en zonas de producción agrícola pero reconoció que “la mejora todavía no llega a todos”. En ese contexto, le pidió “más inversión con valor agregado” al sector para llegar a ser “el supermercado del mundo”.
A nivel general, la economía creció 1,9% en la primera parte del año. Y el despegue del campo contrasta con otros sectores, como la industria, que acumula un 0,5% de avance en el mismo período. Sólo la construcción, que creció 5,7% de la mano de la obra pública, se acerca al buen desempeño agrícola.
Carga tributaria. “Estamos preparando una reforma impositiva que involucre a todos los niveles de gobierno”, señaló en respuesta a un planteo del sector, que cuestionó el viernes las tasas bonaerenses. La reforma en estudio busca negociar también los impuestos provinciales y las tasas municipales.
Una de las primeras medidas del Gobierno, después de la eliminación del cepo cambiario y la devaluación del 40%, fue la eliminación de las retenciones al trigo y maíz, lo que explicó el aumento de producción y generó competencia con la soja, que mantiene un esquema gradual para la baja de retenciones. Leches y frutas, con “reacción lenta” Después de resaltar la cosecha récord, la venta de maquinaria agrícola, camiones y fertilizantes, el titular de la Sociedad Rural reconoció que hay puntos pendientes. “Hay sectores como la lechería y la fruticultura, cuya reacción es más lenta por la adversa coyuntura en los mercados internacionales, las inclemencias climáticas, pero sobre todo, como consecuencia de años de políticas hostiles”. Etchevehere no dejó pasar la oportunidad de elevar un pedido para bajar los impuestos. “Se debe estimular las inversiones y no ahuyentarlas o impedirlas”, por lo que reclamó “la superposición entre impuestos nacionales, provinciales y municipales”.
El viernes había dado otro paso significativo para el sector privado: la firma de nuevos convenios para flexibilizar la contratación y las condiciones de trabajo sector por sector.
El dueño de casa, el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, destacó el dinamismo del sector y cuestionó a Cristina Kirchner, que esta semana hizo campaña en un tambo de Lincoln.