El primer candidato de PRO a senador nacional, el economista Carlos Melconián, afirmó que si triunfa Cristina Fernández afrontará situaciones políticas "conflictivas y engorrosas" y "algo va a tener que hacer" para corregir problemas, aunque dijo que tenía "pocas esperanzas" de que se adopte una estrategia anticipatoria de los problemas.
Melconián sostuvo en una entrevista con la agencia DyN que, si es elegido, trabajará para respaldar la gestión del jefe de gobierno Mauricio Macri y sus reclamos de mayor autonomía y cambios en la coparticipación federal.
El economista, quien reconoce haber recibido ofrecimientos para ser ministro de Economía de parte de Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Felipe Solá, calificó de "muy buenos" los dos primeros dos años de gestión de Néstor Kirchner, pero criticó los siguientes.
¿Qué se propone promover en el Senado?
Carlos Melconián: Voy a ser la continuidad del proceso iniciado con la elección de Mauricio (Macri) y Gabriela (Michetti) para que ellos sean acompañados por gente del mismo palo en el Congreso. Los representantes de los porteños van a tener una ardua tarea, que será la de complementar la acción del Ejecutivo (capitalino). Habrá que intervenir en una multitud de temas, entre ellas, la del traspaso de autonomía y la relación con la Nación en cuestiones tributarias.
¿Qué temas promoverá si es elegido para ocupar una banca?
CM: Primero los referidos al traspaso, que son varios temas distintos. Se ha popularizado el tema policía pero también el tránsito, el puerto, la justicia, terrenos fiscales... El traspaso es un tema importante porque significará poner de pie a la Ciudad, por primera vez.
¿Propondrá un nuevo Pacto Federal de coparticipación de impuestos para que la Capital reciba más fondos?
CM: Voy a presentar un proyecto de nueva ley, sobre la base de incluir las necesidades de las provincias, sin que ninguna recibe menos de lo que está obteniendo ahora. Se debe trazar una raya: los nuevos requerimientos de fondos deben sumarse a los que ya se están dando. No hay ninguna chance de hacer una ley, cuya consecuencia sea que alguna provincia cobre menos.
López Murphy no parece tener chances similares de votos que consiguió en el 2003.
CM: Hay una política de PRO de no dar encuestas, pero le digo que las que tenemos son muy distintas a las que aparecen en los diarios, y le dan muy bien tanto para legisladores como López Murphy.
¿Cómo ve la gestión del gobierno nacional en estos cuatro años?
CM: Hubo dos períodos: uno hasta la mitad del mandato, y otro hasta el final. El primero fue muy bueno. En términos políticos, Kirchner tuvo el activo de recuperar la gobernabilidad, porque desde 1999 no había Presidente en la Argentina. En política económica, los tres indicadores básicos de crecimiento, empleo e inflación estuvieron bien, aunque empezó un minidilema por 12 por ciento anual y entonces advertí que se venía un conflicto. Desde lo internacional, hubo condiciones ideales de precios y financiera.
¿La segunda parte del mandato cambiaron de signo?
CM: En la segunda parte, el Presidente cometió errores políticos, porque su temperamento lo traiciona y entonces no se le puede preguntar, agarra el atril y pega, está en el día a día. La impecabilidad de la primera parte termina más desdibujada. En política económica, terminó con esta mezcla de tasa de inflación, con cuestiones energéticas, tributarias, presión fiscal y exceso de gasto, y termina desdibujado, con una oportunidad perdida. Y en el mundo, los precios siguen muy bien pero las condiciones financieras se han alterado un poco.
¿Qué tipo de herencia le deja al próximo gobierno?
CM: Una situación política más conflictiva y engorrosa, porque va a ser el segundo mandato kirchnerista, y eso será un problema para Cristina, porque ella no puede responsabilizar al gobierno anterior. Desde la política económica, algo va a tener que hacer para corregir cosas. Mientras las condiciones internacionales son también distintas. Será un mandato que arranca con condiciones generales diferentes a la primera parte de Kirchner, pero para peor.
¿Lavagna fue un buen ministro, entonces?
CM: Desde el punto de vista estructural yo fui un crítico, por ejemplo, en la negociación de la deuda, que condujo al cierres de mercado, aumento del riesgo y no va a normalizar su situación financiera. El rescate de las cuasimonedas fue apenas una emisión monetaria para sacar los papeles. El pago al Fondo Monetario fue lo mismo que hizo Lula, que lo hizo a través del subjefe de Economía y apareció en la página 28 de los diarios, mientras acá hubo en acto en el Salón Blanco (de la Casa de Gobierno). Toda Latinoamérica le pagó al Fondo.
¿Qué expectativa tiene que el próximo gobierno acierte en el diagnóstico y la estrategia para una economía sana?
CM: Por acciones anticipatorios, tengo bajas esperanzas, para resolver cosas que la agenda le imponga porque no tiene más remedio, se van a tener que arremangar. ¿Si hace falta un giro de 180 grados? Depende de qué. Si se habla de energía, de inversión, de apertura al mundo, digo sí. Pero si es macroeconomía, digo reencauzar.