El sector agropecuario nacional siguió apuntalando a la economía del país, a pesar de las
"regulaciones y de las marchas y contramarchas que impuso el Gobierno",
sostuvo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, tras el
parod e nueve días que levantó a los productores agropecuarios contra el Gobierno Nacional.
Tras reseñar que se profundizó la crisis en el sector ganadero, tras el cierre de las
exportaciones de carne vacuna que se dispuso en marzo último, puso de relieve que esa decisión
"dejó al producto de mayor calidad y más emblemático de la producción agropecuaria nacional
fuera de los mercados internacionales".
De la misma manera, Miguens recordó que el cierre de mercados mundiales que se produjo en
febrero, por la reaparición de un foco de aftosa, dejó al sector "muy golpeado" y esa situación se
tradujo en la concreción de asambleas de productores en todo el país, que rechazaron la medida y la
falta de una política agropecuaria profunda.
Miguens también cuestionó la fijación de precios máximos para la carne vacuna puesta en
góndola, pero destacó la importancia de la apertura gradual de las exportaciones de carne
y lamentó la fuerte sequía que golpeó a la mayoría de las explotaciones agropecuarias del país.
No obstante, puso de relieve el "llamado al diálogo", debido a que el paro concluyó hace
apenas dos días, pero el pedido de una mesa de negociación, para pautar condiciones para el sector,
"está más vigente que nunca", afirmó al trazar un balance de este año.
El presidente de la SRA puso de relieve el malestar que provocó en el comercio granario la
decisión oficial de establecer una
"alteración arbitraria del valor FOB en el trigo, para el cálculo de retenciones, lo que
equivalía en la práctica a un aumento de las mismas", subrayó.
"Se crearon así nuevas trabas a la exportación de otro producto emblemático de la Argentina y
dificultades adicionales para que el productor pudiera acceder a los favorables precios
internacionales de ese commoditie", precisó.
Miguens no omitió la convocatoria de unidad que la Rural hizo este año en Palermo 2006 (a cuya inauguración oficial no asistió ningún funcionario del Gobierno por primera vez en
120 ediciones de la muestra), cuando pidió a sus pares de CRA y Coninagro para que lo
acompañaran a dejar inaugurada la megamuestra anual de la entidad.
Además, por el discurso del ruralista pasaron desde la fuerte escasez de gasoil en plena
campaña agrícola, hasta la profundización de la sequía en el país, las nuevas modificaciones al
precios FOB del trigo y la intervención en el mercado de maíz.
"Este manoseo del mercado del trigo se sumó al de carne, contribuyendo a la sensación de
confusión del productor. Pero la gota que rebasó el vaso surgió semanas atrás con tres hechos
puntuales:
el cierre de inscripción para el registro de exportación de trigo, la intervención sobre el
mercado de Liniers con nuevos precios de referencia y el amague de recortar las exportaciones a
45.000 toneladas", sostuvo.
Dijo que hasta entonces se hablaba de ir hacia una mayor apertura y de repente "se propuso un
retroceso, con idas y vueltas, marchas y contramarchas, intervenciones y regulaciones que
resultaron inaceptables para el sector".
Agregó que por lo expuesto "decidimos convocar al paro, como una manera de expresar ese
hartazgo y un llamado de atención" hacia el Gobierno, así como para sentarse a negociar reglas de
juego claras y duraderas.
"Sencillamente, así no se puede producir, trabajar, decidir ni invertir en esas condiciones",
subrayó y confió en que será posible sentarse a conversar "en serio, a plantear estrategias y
objetivos a largo plazo", resumió.
Fuente: DyN