El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hoy que el acuerdo al que llegó el Gobierno argentino con la española Repsol por la expropiación del 51 por ciento de sus acciones en YPF fue “amigable, amistoso” y que “no hubo vencedores ni vencidos”.
Kicillof explicó ante comisiones del Senado que se trata de “un acuerdo voluntario". "El precio que se paga” de 5.000 millones de dólares en bonos “es el que el Poder Ejecutivo consideró razonable en sintonía con el Tribunal de Tasación y el expropiado también consideró que es un monto razonable”, consideró.
El ministro pidió a los senadores valorar positivamente el precio que se pagará y explicó que como “se abona prácticamente dos años después de la expropiación” se le anexiona una tasa de interés” del 0,61 por ciento, “que es la del Banco Nación para los depósitos en dólares para ese período”.
Antes de él, el secretario de Legal y Técnica de la Nación, Carlos Zannini, expuso la postura de la Rosada en torno a la negociación y hasta se emocionó al relatar una anécdota con un trabajador de la petrolera nacional.
El funcionario destacó que para llegar a un consenso se debe conseguir "que satisfaga a ambas partes y creo que se ha logrado" hacerlo, a la vez que indicó que el precio acordado de parte de Repsol "está muy por debajo de sus expectativas iniciales".