Cinco de cada diez taxistas opinan que la situación económica mejoró, cuatro que la cosa no se banca y uno que el trabajo escasea "pero alcanza". Los mozos, cuyo sueldo se compone en más de 50% por lo que reciben de propinas, se quejan de que los clientes les dejan ahora menos que en febrero. Y los cobradores se lamentan porque, a diferencia de lo que ocurría en 2007, tienen que repetir las visitas a sus deudores para cobrar las cuentas o las cuotas, por ínfimas que sean.
Cobradores, taxistas y mozos de bares y restaurantes tienen sumamente desarrollada la sensibilidad a la actividad económica. Y en una semana en la cual la presidenta Cristina Kirchner criticó a las calificadoras de riesgo por su insensiblidad para percibir las buenas noticias, Perfil decidió apelar a un termómetro que, probablemente, sea en estos momentos más acertado que los que maneja el INDEC.
La muestra se circunscribió a la Capital Federal, territorio que, además de cercano a PERFIL, está menos influido por el mal humor de los productores del campo.
Los consultados fueron 11 taxistas, 12 mozos de bares y restaurantes y cinco cobradores de servicios varios y de cooperadoras de hospitales y bomberos voluntarios.
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