El anuncio de Cristina Fernández de Kirchner sobre la nacionalización de las AFJP tuvo un fuerte impacto: primero desplomó la bolsa de España, en especial por las empresas que tienen presencia en Argentina, y luego generó un contagio a los mercados del resto de Europa.
Por eso, los medios de comunicación españoles se hicieron eco de lo que llamaron "Efecto Tango" o "Cristinazo", y criticaron la medida propuesta por el Gobierno.
El País, el diario de mayor tirada en España, cree que la estatización es un "disparate" y "que traerá consecuencias graves no sólo para las inversiones en Argentina y la credibilidad de su gobierno, sino también para el rea económica latinoamericana y para las empresas españolas que operan en ella".
En opinión del periódico madrileño, "la ausencia total de explicaciones hasta ahora convierte la nacionalización en una expropiación de hecho" y ésta "agrava el descrédito de Argentina ante las instituciones internacionales y entenebrece la ya de por sí difícil situación económica en Latinoamérica".
"Si Argentina sufre de alguna descapitalización, es, sin duda, en la capacidad de gestión de su clase política", afirma el editorial de El País.
El Mundo coincide: " el Cristinazo roza el expolio" y no faltará quién lo considere "un intento desesperado de evitar la bancarrota del Estado argentino apropiándose de un dinero que no es suyo".
"La incautación de las pensiones, que sucede al famoso corralito, pone en evidencia que Argentina es un país absolutamente inseguro para invertir, sin descartar que se produzcan nuevas nacionalizaciones", sostiene el matutino en su editorial
El Periódico de Catalunya, de Barcelona, también apunta al temor de nuevas nacionalizaciones y señala que "la sospecha, no sólo en las filas de la oposición al peronismo, es que la presidenta pretende hacerse cargo de los fondos de pensiones de 9,5 millones de argentinos, con unas inversiones estimadas de 22.880 millones de euros, para inyectar dinero fresco a las exhaustas arcas públicas".
Sin embargo, el rotativo concede que en la situación internacional actual, dominada por medidas estatistas como rescates financieros, "sería absurdo negar por principio el derecho de Argentina a hacer lo propio".
"En todo caso, la errática gestión de la protesta de los agricultores contra la reforma fiscal, las dificultades presupuestarias y la propensión de la mandataria al populismo de balcón alientan los temores sobre el paso que ha dado", resume.
Fuente: DPA