El secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, Miguel Angel Ponte, asegura que parte de la producción industrial hasta ahora gozaba de “ventajas macroeconómicas” y deberá encontrar “un nuevo piso”, al tiempo que remarcó que si no se contiene la economía popular, “va a haber otra Revolución Francesa”. PERFIL dialogó con el funcionario al término del ciclo “Mirando lejos en un nuevo año electoral” de actualidad de la escuela de negocios IAE.
—¿Por qué cae el empleo industrial?
—La industria es el área que va a tener que encontrar un nuevo piso. Venimos de un contexto macro en el que ciertas ventajas económicas posibilitaban que una empresa funcionara. Cuando la economía empieza a hacerse más dinámica en el intercambio con el mundo eso se cae hasta que se reacomoda. En este contexto, algunos van a ir creciendo mientras que otros se van a ir reconvirtiendo. Cada medida que se toma a nivel macro, obviamente, puede generar un impacto a nivel micro que a nivel macro es bueno pero a nivel micro puede no ser tan bueno.
—¿Por ejemplo?
—Para facilitar el desarrollo de la tecnología informática necesaria para todas las industrias se bajaron los aranceles a la importación de productos informáticos. Esto impacta a las empresas de Tierra del Fuego, pero esa reconversión y salto de productividad y racionalización de las empresas es inevitable. Acá y en el mundo en el corto plazo ese reacomodamiento puede tener un impacto inicialmente negativo hasta que se vuelve a crecer.
—¿Las empresas están predispuestas a tomar más personal?
—En Argentina la demanda laboral es incierta y hay mayor demanda que oferta. Si le pregunto a una empresa “¿cuál va a ser su demanda laboral para el año próximo?”, no sabe qué responderme. En Argentina no hay gente que piense en la demanda macro. El horizonte económico está tan poco claro que no se sabe.
—¿Prevén más despidos en el Estado?
—Todos sabemos que el empleo público tiene una reabsorción del desempleo. Tiene que cubrir ese rol. Pero, lentamente, tiene que ir tomando una dimensión más acorde a su productividad. Esto no significa sacar a las personas ahora, al contrario…
—¿Qué significa, entonces?
—No repetir lo que pasó en la década del 90, donde hubo una buena hipótesis, que fue: “tenemos gente improductiva en el Estado” y se intentó migrar al sector privado pero no resultó. Todos los que trabajaron en la década del 90 en el empleo público salieron y no se dio ese empleo productivo, y eso estalló en el año 2000. Hay números que nadie quiere decir pero uno sabe, principalmente en el interior, que prácticamente el reparto de la riqueza para que subsistan los habitantes se hace desde el empleo público.
—¿Cuándo implementarán la Ley de Emergencia Social?
—Tras la reglamentación de la semana pasada, se está implementando y busca la integración de la gestión del Estado. Aun hay cuestiones a resolver, por ejemplo cómo implementar el salario anual complementario. La realidad es que la economía popular existe y es importante porque si no la contenemos va a haber otra Revolución Francesa.