Por la crisis, Margarita Barrientos abre un comedor más en Cañuelas

“Me pidieron que abra un comedor. La necesidad es mucha y las mamás me lo pidieron”. Así anticipó Margarita Barrientos, la mujer que dirige Los Piletones, en Villa Soldati, donde les da de comer a más de 2.400 personas por día.
El próximo jueves 30, Barrientos abrirá un segundo comedor en Los Pozos, Cañuelas, en el conurbano bonaerense. En esa localidad ya funciona uno en Santa Anita. Las mamás a las que hizo referencia son las mujeres del barrio que se acercan a diario a retirar unas casi cien viandas.
Esta semana el titular del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia, sostuvo que la pobreza está “aumentando y afecta principalmente a los niños”.  Y estimó que existe un riesgo de que las personas que habían salido de la pobreza el año pasado “vuelvan a caer”.
Barrientos vivió unos años  en Los Pozos, en la zona de la ruta 3 en la provincia de Buenos Aires, de ahí su vínculo con Cañuelas. Cuando en 2016 inauguró Santa Anita, la idea era darles de comer a unos 50 chicos pero en un año tuvo que duplicar la asistencia.
“Vamos a inaugurar el comedor de Los Pozos y vamos a aprovechar también para festejar el Día del Niño”, agregó Barrientos.
En el suroeste de la Ciudad de Buenos Aires, la visibilidad que tomó Los Piletones les abrió paso a las obras para mejorar el barrio. En el comedor tiene el apoyo de algunas empresas privadas que realizan donaciones y que desarrollaron, por ejemplo, un vivero y una huerta hidropónica.
De cara a los Juegos Olímpicos de la Juventud, también pusieron en marcha un restaurante en un vagón reciclado de los que hasta hace poco formaban parte de la línea A de subtes. A la inaguración asistió el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y cobró notoriedad por el derrumbe de una tarima que pusieron para el acto.
“En Los Piletones estamos sirviendo 2.400 platos todos los días: desayuno, almuerzo, merienda y cena”, explicó Barrientos, una de las expositoras en el Women Initiative Forum que organizó la Cámara de Comercio Argentino- Americana de Florida. Hace dos años, eran 2.300 platos diarios, según había indicado en una nota con PERFIL, donde daba cuenta de los aumentos en el precio de la comida.
Barrientos es de Santiago del Estero, donde también tiene un comedor inaugurado el año pasado con la participación de Mauricio Macri. El comedor porteño también se desarrolló de la mano del buen vínculo con el Gobierno de la Ciudad.  
“La economía popular depende de los programas sociales”, sostuvo Salvia esta semana en un almuerzo del Rotary Club, donde también anticipó que por la devaluación y la inflación, la pobreza podría subir del 29% actual al 32%. “Las medidas más fáciles que han tenido los gobiernos en cuanto a contener el crecimiento de la pobreza fueron programas sociales como la AUH o las moratorias jubilatorias”. Sin esas medidas, remarcó que “casi se duplicaría la indigencia”.
El representante del Observatorio de la UCA señaló también que “la dirigencia no ha tenido una política de desarrollo”. En ese marco consideró que si nada mejora, la indigencia podría afectar al 10% de la población, mientras que hoy alcanza el 6%.
El Gobierno había previsto que la pobreza cayera diez puntos, de la mano de la baja de inflación proyectada. El pronóstico de los economistas para el año ya llega a 30%, el doble de aquella meta original del 15% para este año.