"La fuga de capitales en Argentina es una expresión de incertidumbre respecto a la continuidad del modelo (económico argentino)”. Así lo consideró Gustavo Cañonero, jefe de investigaciones económicas para mercados emergentes del Deutsche Bank, en el precoloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) en la ciudad de Rosario.
Para el economista, las turbulencias económicas que enfrentan los países desarrollados implicarán algún coletazo en el ritmo de crecimiento que venía experimentando la Argentina. Cañonero identificó a la alta inflación como uno de los principales factores que conspiran en contra de la expanción de la inversión privada.
“El crecimiento se mantiene fuerte, pero el gasto público no promueve a la inversión privada. Sin inversión, el crecimiento económico del país genera inflación y cuando esta es alta se deterioran los términos de intercambio”, explicó el analista, quien apuntó que a nivel regional Latinoamérica seguirá expandiendo su PBI a un ritmo del 3,5 a 3,8% anual.